El obispo de la Diócesis de Colima, Gerardo Díaz Vázquez, anunció que con motivo del centenario de la gesta Cristera se realizarán diversas actividades conmemorativas del 26 al 29 de agosto, como parte de un triduo celebrativo que incluirá actos litúrgicos, recopilación de testimonios históricos e incluso la posible erección de monumentos conmemorativos.
En una conferencia, el jerarca católico destacó que el próximo 7 de agosto se celebrará el 98 aniversario del martirio de San Miguel de la Mora en la Catedral Basílica Menor de Colima, como parte del novenario previo al centenario de la gesta. “Estamos por iniciar los 100 años de la gesta Cristera. El padre Miguel cumple 98 años de su martirio, pero junto con él hubo muchos hombres y mujeres que dieron la vida por Cristo, tanto en la ciudad como en las rancherías aledañas”, expresó.
Díaz Vázquez señaló que actualmente se están recabando testimonios de aquellos mártires, como parte de un ejercicio de memoria histórica que considera necesario. “Durante muchos años, en la historia de México, la gesta Cristera fue silenciada, si no es que borrada. Necesitamos recuperar la memoria, sobre todo de los testigos que valientemente vivieron su fe y dieron testimonio de Cristo en momentos difíciles”.
Uno de los propósitos, explicó, es impulsar el reconocimiento de los mártires colimenses, especialmente del único que ha sido canonizado, San Miguel de la Mora, y eventualmente introducir otras causas, sobre todo de personas laicas.
“San Miguel de la Mora es el único colimense mártir de esa época que ha llegado a los altares. Quisiéramos rescatar su memoria, impulsar su testimonio y pedir su intercesión, sobre todo para esta diócesis necesitada de vocaciones. Ojalá su ejemplo despierte en los jóvenes la inquietud vocacional”, dijo.
El obispo también destacó el papel determinante que tuvieron las mujeres en la gesta Cristera. “Muchas mujeres colimenses se organizaron para defender la libertad de culto. Su papel no ha sido suficientemente reconocido. Actuaban con gran discreción: llevaban mensajes, víveres, incluso armamento. Su sensibilidad fue crucial y su intención, profundamente genuina”.
Indicó que ya se tienen identificados algunos nombres de mujeres que participaron en esa lucha, aunque muchas otras actuaron en el anonimato, “moviéndose en las sombras, llevando y trayendo información, incluso alertando sobre movimientos del ejército”.
Finalmente, anunció que se contemplan varias acciones conmemorativas, como la colocación de una placa en el sitio donde fue asesinado el padre Miguel de la Mora -a un costado del Templo de La Merced-, así como monumentos en localidades relacionadas con la lucha cristera, como Caucentla, en Tonila, Jalisco, y La Purísima, en Zapotitlán de Vadillo.

