La contaminación por plásticos es una amenaza para la salud no reconocida lo suficiente, advierte un grupo de expertos en la revista The Lancet, que recuerda que estos causan enfermedad y muertes, desde la infancia hasta la vejez, con un impacto que recae desproporcionadamente en las poblaciones de menos ingresos.
Además, recuerdan los autores, los plásticos son responsables de pérdidas económicas relacionadas con la salud que superan los 1.5 billones de dólares anuales.
El artículo, en el que también se anuncia una iniciativa para hacer seguimiento de los efectos en la salud y supervisar los avances, se publica unas horas antes de que los representantes de los Estados miembros de las Naciones Unidas se reúnan en Ginebra (Suiza) -del 5 al 14 de agosto- para “las esperadas” negociaciones finales sobre el tratado mundial sobre los plásticos.
El mandato de estas negociaciones es elaborar un pacto internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, incluido el medio marino, basado en un enfoque integral que aborde todo el ciclo de vida de los productos.
Los expertos, de diversas instituciones, entre ellas estadounidenses, australianas y alemanas, piden que se preste mayor atención a los efectos sobre la salud a la hora de considerar la contaminación por estos materiales.
Y mencionan que, si no se producen cambios, la producción de plástico casi se triplicaría entre 2019 y 2060.
Los científicos revisan las pruebas actuales sobre cómo estos, incluidos los microplásticos y los productos químicos en ellos, afectan a la salud humana.
Las emisiones atmosféricas procedentes de su producción incluyen partículas en suspensión (PM2,5), dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, así como sustancias químicas peligrosas a las que pueden estar expuestos los trabajadores del sector del plástico.
Además, los expertos denuncian que existe “una falta de transparencia” en torno a las sustancias químicas presentes en los plásticos, sus volúmenes de producción, sus usos y su toxicidad conocida o potencial.

