Una decena de migrantes, africanos principalmente, resultó con golpes en la cabeza y otros aplastados entre una multitud que se aglutinó frente a las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), en Chiapas, por una cita.
De acuerdo a lo difundido por Reforma, el caos se generó porque el jueves y viernes pasado se suspendieron las labores por las fiestas patrias, aunado a que, a diario, por el río Suchiate, están ingresando unas 2 mil personas, una cifra grande comparada con meses anteriores, dicen balseros.
“Los niños ya no aguantan el calor, los niños se ahogan, hay mujeres embarazadas, estas filas solo deben ser para la gente adulta, ya tengo el brazo aplastado; yo entré hace dos semanas a Tapachula y seguimos esperando”, dijo un migrante cubano.
Carlos Contreras, de Honduras, quien cargaba a un niño de 4 años adormilado e insolado, lamentó lo que tienen qué hacer para obtener “tan solo una cita”, que las dan hasta noviembre.
El caos inició al medio día, cuando migrantes africanos se pelearon porque reclamaban una sola fila, pues para esas horas ya había varías, detalló Reforma.
Unos 6 elementos de la Guardia Nacional con equipo antimotines y al menos 12 policías municipales, intentaron calmar los ánimos, pero fue imposible.
Resultado de las riñas, 8 personas resultaron descalabradas y un migrante tuvo que ser atendido por elementos de Protección Civil.
“Hay mujeres embarazadas e insoladas. A pesar de que hay gente buena que de pronto nos regala agua, sufrimos”, dijo Lidia, de Honduras.
Algunos migrantes calcularon que esta vez, se acumularon unas 5 mil personas, y que eran solo 5 personas de la Comar atendiendo las citas.
En Tapachula, es incalculable el número de personas que están de paso. El parque central y sus alrededores está lleno de migrantes que han decidido vender algo de comida o aguas frescas para sobrevivir.
Con información de Reforma