La Real Sociedad dejó 2 puntos en la primera jornada de Liga de Campeones, a pesar de realizar un excelente partido y dominar de principio a fin al Inter, hasta que un gol del argentino Lautaro Martínez echó a perder el importante botín que había amasado el conjunto vasco con el tanto de Brais Méndez al inicio del partido.
Los donostiarras salieron a morder desde el silbatazo inicial y el Inter quedó sobrepasado por el ritmo y profundidad de un conjunto txuri urdin que a los 3 minutos de juego tuvo su primera gran ocasión con un balón al poste del joven Barrenetxea.
Fue el prólogo del gol realista generado por un error impropio en esta competencia, cometido por Bastoni en la salida de balón, ahí Brais Méndez estuvo vivo para arrebatárselo y remató desde el área grande para lograr un gran tanto al que Sommer poca respuesta pudo ofrecer.
Este tanto tranquilizó los ánimos donostiarras que empezaron a proteger el área de Merino, lo que concedió la primacía del juego durante unos minutos a un Inter de Milán que entró demasiado tarde al choque para enfado de su técnico Simone Inzaghi.
El conjunto de Milán, vigente subcampeón de la competencia y líder de la liga italiana, perdería también la compostura en los instantes finales del primer período, momento en el que la Real volvió a hacer daño y casi le deja postrado cuando Le Normand perdonó el segundo gol en una de sus subidas a los balones parados.
La segunda mitad se inició igual que la primera, con una Real avasalladora que otra vez pudo marcar por medio de Brais en un libre directo y con Le Normand, que erró un claro remate para desesperación de una grada que cantaba el segundo.
Inzaghi no aguantó más y movió el banquillo para cambiar las cosas. Introdujo un triple cambio en su estrategia de reformas que estuvieron a punto de venírsele abajo con la expulsión, luego corregida por el VAR, de Barella por un enganchón con Brais.
Merino, en el tramo postrero del encuentro, volvió a tener el gol en un cabezazo al larguero y tampoco Le Normand, en otra más que clara, encontró el objetivo que los vascos se habían ganado a pulso con juego y actitud.
No sufría la Real para mantener su mínimo triunfo porque el equipo italiano ni siquiera disparaba con peligro sobre la portería de Remiro, pero con un equipo italiano enfrente los partidos son muy largos y a 3 minutos del final apareció Lautaro para amargar a una afición txuri urdin que celebraba ya la victoria de los suyos.