Legalidad de los procesos del FAM y Morena para nombrar a su coordinadora
Por Ramón Pérez Gutiérrez
El proceso de selección de la representante del Frente Amplio por México (FAM) a diferencia de Morena, el FAM, sí respetó la Constitución, que en su artículo 41 contempla la figura que permite crear frentes políticos que puedan convertirse en un frente electoral.
Por otra parte, el artículo 85 de la Ley General de Partidos Políticos (LGIPPE) establece que estos podrán constituir frentes para alcanzar objetivos políticos y sociales compartidos de índole no electoral, mediante acciones y estrategias específicas y comunes.
El proceso de selección de Morena y aliados, no tiene fundamento legal, eligieron una figura que no existe en la ley ni en sus estatutos, que es el de coordinador nacional de la defensa de la Cuarta Transformación.
En el procedimiento ideado por la dirigencia de Morena, se realizaron encuestas abiertas a la población, hubo dispendio de recursos públicos y privados y Claudia Sheinbaum fue la que ganó las preferencias obteniendo la simpatía de 4 de cada 10 encuestados, el resto es decir los 6 puntos restantes se dividieron entre las demás corcholatas Marcelo Ebrard, Gerardo Fernández Noroña, Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Manuel Velazco.
En el FAM hubo contraste de ideas, discusión y estuvo abierto a la sociedad.
Un “Frente” es una figura reconocida en la ley, que no tiene fines electorales, es únicamente para que los partidos políticos puedan organizarse bajo ese mecanismo, por lo que llegado el momento se tendrá que formalizar en una coalición electoral que compita en las urnas.
El propósito del proceso del Frente Amplio fue para tomar decisiones, vincularse con la sociedad civil y, después, convertirse en una coalición electoral que les permita ir juntos hacia el 2024, dentro de los tiempos que establece la ley.
En la integración del Frente Amplio por México está el hecho de que además de los partidos políticos, estará conformado con diversas organizaciones ciudadanas y abierto en todo momento a la población.
El Frente Amplio por México no es el primero que se forma en el país, los partidos de izquierda han sido los protagonistas de uniones multipartidistas y de organizaciones sociales de ese tipo, que luego evolucionaron a coaliciones y alianzas electorales.
El Frente Democrático Nacional (FDN), fue el primero, una coalición electoral que se formalizó en enero de 1988 y postuló a Cuauhtémoc Cárdenas a la Presidencia, con el registro de 3 partidos políticos y, un mes antes de la elección se agregó el cuarto, para contender en las elecciones de ese año.
Una reforma política posterior introdujo la figura del frente político, con ello, se registró el segundo frente en septiembre de 2006 posterior a las elecciones presidenciales, que integró a los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano).
El objetivo de ese frente liderado por Andrés Manuel López Obrador fue, desconocer y controlar desde el congreso a la administración del panista Felipe Calderón.
Para finalizar, es importante señalar que Morena no se apegó a los vagos criterios que el INE determinó para sus corcholatas presidenciales, el Frente Amplio Por México encontró un asidero legal que les dio la certeza de mantenerse dentro de los parámetros constitucionales. La oposición está construyendo un “frente político” cuya definición y alcances están enmarcados en la ley de partidos políticos, y en la propia Constitución; mientras que Morena ideó un procedimiento que está fuera de la ley.
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