El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reveló este sábado que el salón de baile que ordenó construir en la Casa Blanca será aún más grande de lo previsto, con una capacidad para 900 personas, lo que representa un incremento de casi 40 % respecto a lo anunciado originalmente.
“La estamos haciendo un poco más grande. Será de primera línea, tan buena como puede ser en cualquier parte del mundo”, afirmó el mandatario en una entrevista telefónica concedida a NBC.
En julio, la Casa Blanca había informado que el nuevo espacio tendría aproximadamente 8,000 metros cuadrados y capacidad para 650 personas, ubicado en el ala este de la residencia presidencial. Sin embargo, la nueva cifra de asistentes prevista rebasa considerablemente esa proyección.
El proyecto tiene un costo estimado de 200 millones de dólares, que, según la administración, será cubierto mediante donaciones personales del presidente Trump y de otros “patriotas”. La razón esgrimida para esta ambiciosa ampliación es la falta de un espacio adecuado para organizar grandes eventos en la sede del Ejecutivo.
Trump anunció que la construcción ya comenzó y se espera que esté concluida antes de que termine su mandato, en 2028.
La obra está a cargo de la empresa constructora Clark, con sede en Virginia, conocida por proyectos como el Capital One Arena y el parque L’Enfant Plaza, ambos en Washington D.C.. El diseño arquitectónico corre por cuenta de McCrery Architects, firma que se comprometió a mantener el estilo neoclásico estadounidense que caracteriza al recinto.
Desde su regreso al poder en enero, Trump ha impulsado una serie de modificaciones estéticas y estructurales en la Casa Blanca: ha redecorado el Despacho Oval añadiendo detalles dorados y duplicando la cantidad de cuadros, además de ordenar la pavimentación de la Rosaleda e instalar dos mástiles gigantes para izar la bandera nacional.
