El Instituto del Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno del Estado de Colima (Imades) confirmó que, a partir de abril de 2026, las industrias con fuentes fijas de emisiones, como las que operan con chimeneas o calderas, deberán cubrir el impuesto al carbono, medida que busca mitigar los efectos de los gases de efecto invernadero en la entidad.
La titular del organismo, Angélica Jiménez, explicó en una entrevista que la gobernadora Indira Vizcaíno Silva otorgó una prórroga antes de su aplicación, con el fin de dar margen a las empresas para adaptarse.
Jiménez detalló que las compañías podrán reducir su carga fiscal mediante 2 mecanismos: la inversión en tecnologías más limpias que disminuyan sus emisiones o la compensación de estas a través de proyectos que capturen carbono.
“Una empresa que emite 10 toneladas de dióxido de carbono, puede optar por reducir sus emisiones modernizando sus procesos o financiar proyectos de conservación que acrediten la captura de ese carbono”, precisó.
En ese sentido, el Gobierno estatal presentó el programa “Sello Bajo en Carbono”, con el que se validarán y acreditarán iniciativas de mitigación en Colima. Entre ellas se encuentran la conservación de la zona del Volcán de Colima, la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán, el corredor biológico de Canatlán y los manglares y esteros de Cuyutlán, considerados de alto valor ecológico.
La titular de la Imades resaltó que se han realizado tres foros con el sector empresarial, con el acompañamiento de la organización México CO₂, filial de la Bolsa Mexicana de Valores, para preparar la implementación del nuevo esquema fiscal y asegurar que las compañías cuenten con opciones de compensación viables y transparentes.

