Por José Luis Negrete Ávalos
En el origen de las decisiones y acciones que conducen a las fuerzas políticas a detallar los proyectos, las políticas públicas, y demás aspectos que implementarán en un determinado tiempo y espacio de acuerdo a sus convicciones e ideales, de acuerdo a los parámetros en los cuales pretenden definir esas acciones, para favorecer o conservar ese proyecto a futuro.
En el itinerario de estas acciones y decisiones que permiten observar el desempeño de los gobiernos que conducen el rumbo de un país, frente a las necesidades, las complicaciones, y las peticiones directas o indirectas que proceden de la ciudadanía.
Al tener en cuenta que la tarea que corresponde a los gobiernos es de representantes y elementos articuladores que dan respuesta a las peticiones que constituyen una respuesta inmediata, y que al mismo tiempo pueden afectar a corto y mediano plazo el orden social, económico o político dentro de una nación.
Pero la pregunta que de inmediato aparece en torno a este tema es: ¿qué sucede cuando esa respuesta no coincide con la realidad, o contiene elementos distintos a los esperados?
En el resultado de esa respuesta puede comprenderse las motivaciones que conducen al surgimiento de movimientos sociales a lo largo de la historia, aquellos procesos que surgen del descontento, de la preocupación social hacia el devenir; un ejemplo claro fue el movimiento denominado la Revolución de Terciopelo Checoslovaquia, 1989):
Otro de los movimientos sociales que resonaron fuertemente fue el Movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos durante la década de 1950-1960):
Estas motivaciones no surgen de manera simple, surgen a partir de una decisión y acción como respuesta a los resultados observados.
El movimiento denominado generación z ha tenido repercusiones a lo largo de varios países, en donde la petición principal se centra en la respuesta qué corresponde a los gobiernos alrededor del planeta, referente a que sus decisiones y acciones tengan coherencia con la realidad, que exista coincidencia entre las promesas, los resultados y las decisiones políticas.
Que las injerencias de otros temas puedan separarse, ante una realidad en la que las voces de los movimientos sociales han sido, son y serán la herramienta invaluable para expresar opiniones desde distintos puntos, que pueden prevalecer a lo largo de la historia.
Que tarde o temprano se refleja y pesa; sobre todo si se considera la diversidad de dichas opiniones, que en la arena política se entienden justas dependiendo de las perspectivas de cada sociedad e individuo.
Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

