Por Rogelio Camarillo Carrillo
Colima, la pequeña y apacible capital del estado más pequeño de México, rara vez aparece en los grandes relatos nacionales sobre la presencia afrodescendiente. Sin embargo, bajo su tranquilidad volcánica late una historia profunda de migraciones forzadas, resistencia cotidiana y mestizaje que ha moldeado su tejido social desde el siglo XVI hasta el presente.
Lejos de los grandes enclaves afromexicanos de la Costa Chica guerrerense o veracruzana, la población negra y mulata de Colima representa un caso paradigmático de integración temprana, dispersión urbana y, paradójicamente, de invisibilización histórica. Este artículo busca rescatar esa memoria, centrándose en tres preguntas esenciales: ¿de dónde vinieron?, ¿en qué trabajaron? y ¿dónde vivieron y viven en la ciudad de Colima?
La llegada forzada: africanos en la Nueva Galicia (siglos XVI-XVIII)
La presencia afrodescendiente en Colima no fue producto de migración voluntaria, sino de la trata transatlántica de esclavos. Entre 1521 y 1810 llegaron a la Nueva España entre 150 mil y 200 mil africanos subsaharianos (Velázquez Gutiérrez, 2006). Aunque la mayoría desembarcó en Veracruz, un porcentaje significativo entró por el puerto de Acapulco y fue redistribuido hacia el occidente novohispano, incluyendo Colima, que pertenecía a la Intendencia de Guadalajara.
En la Villa de Colima, los africanos y sus descendientes trabajaron fundamentalmente en tres sectores económicos:
1.- Haciendas y trapiches azucareros (especialmente caña de azúcar y algodón).
2.- Explotación de salinas costeras y transporte de mercancías.
3.- Servicio doméstico y oficios urbanos (herreros, carpinteros, cocineros).
Para finales del siglo XVIII, según el padrón de Revillagigedo de 1793, los “negros, mulatos y pardos” constituían el 52.72% de la población de la villa (cerca de 1,580 personas de un total aproximado de 4 mil), superando incluso a los españoles peninsulares (Romero de Solís & López Rasgado, 2019).
Geográficamente, su asentamiento se concentró en dos grandes zonas de la antigua Villa de Colima:
– El centro histórico (calles actuales como Nigromante, Nicolás Bravo, Filomeno Medina y Aldama), donde trabajaban como criados de las familias españolas y participaban en cofradías religiosas propias de “negros y mulatos”.
– Los barrios extramuros del poniente: La Salud, San José, Agua Fría, Las Huertas y La España, áreas de huertos y viviendas modestas cercanas al río Colima, ideales para trabajadores agrícolas y domésticos (López Rasgado, 2006).
El cimarronaje fue una forma extrema de migración interna: en 1609 se reportaron más de 300 cimarrones entre Colima y Huatulco (Aguirre Beltrán, 1989). Muchos de estos refugiados regresaban eventualmente a la villa por necesidad económica, reforzando su presencia en los barrios mencionados.
Del siglo XIX al XX: la dispersión posabolición y la ideología del mestizaje
La abolición de la esclavitud en 1829, consumada bajo la presidencia de Vicente Guerrero -hijo él mismo de madre afrodescendiente-, no implicó igualdad real. En Colima, la población liberada se dispersó aún más por la ciudad y hacia las zonas rurales cercanas. El ideal posrevolucionario del “mexicano mestizo” promovido por José Vasconcelos terminó por borrar oficialmente la categoría racial negra de los censos nacionales hasta 2015 (Hoffmann, 2018).
Durante el siglo XX, las migraciones internas desde la costa (principalmente Manzanillo y Tecomán) hacia la capital trajeron nuevos contingentes afrodescendientes que se emplearon en el comercio informal, la construcción y, más tarde, el turismo incipiente. Se asentaron en colonias emergentes del sur y poniente: El Colomo, Vallarta, El Diez y Lomas de Angelitos.
El Colima del siglo XXI: 3.9% de población afro y la persistencia de la discriminación
Según la Encuesta Intercensal 2015 y el Censo 2020 del INEGI, Colima es el cuarto estado con mayor porcentaje de población que se autoreconoce como afromexicana (3.9%), con aproximadamente 13,574 personas en todo el estado, de las cuales cerca del 60 o 70% reside en la zona metropolitana de la capital (INEGI, 2020; INEGI, 2023).
Hoy trabajan mayoritariamente en:
– Sector servicios y turismo (hoteles, restaurantes, comercio ambulante).
– Agricultura comercial (limón, coco).
– Construcción y empleo informal.
Aunque no existen barrios exclusivamente afrodescendientes, persisten concentraciones relativas en:
– El Centro Histórico y el Barrio Mágico (zona tradicional de herencia mulata).
– Colonias populares como La Salud, Lomas de Angelitos, El Diez y El Colomo.
La ENADID 2023 revela que el 35.7% de las personas afrodescendientes en Colima ha sufrido discriminación por su tono de piel, porcentaje superior al promedio nacional (INEGI-CONAPRED, 2023). Esta exclusión impulsa nuevas formas de migración: hacia Estados Unidos (principalmente California y Texas) o hacia ciudades mexicanas percibidas como más inclusivas.
La urgencia de visibilizar lo que nunca desapareció
Colima nos enseña que la afrodescendencia mexicana no siempre se manifiesta en comunidades cerradas y visibles como Cuajinicuilapa o Yanga. A veces se expresa en una presencia difusa, profundamente mestiza, pero no por ello menos real. Los descendientes de aquellos esclavos que en 1793 representaban más de la mitad de la población de la villa siguen aquí: en el rostro de la mesera del centro, en el músico que toca “la chilena” en las fiestas de noviembre, en la familia que vende coco frío en el jardín Libertad.
Reconocerlos no es un capricho identitario: es justicia histórica. Mientras persistan frases como “en Colima no hay negros” -escuchadas incluso por investigadores del INAH-, seguiremos negando una parte esencial de nuestra identidad nacional.
Es hora de que la pequeña y luminosa capital del volcán de fuego asuma, sin complejos, su herencia afrodescendiente.
Referencias
-Aguirre Beltrán, G. (1989). “La población negra de México: Estudio etnohistórico” (3.ª ed.). Fondo de Cultura Económica. (Obra original publicada en 1946).
-Hoffmann, O. (2018). “Afrodescendientes en México: De la invisibilidad a la afirmación identitaria”. Desacatos, 58, 26-43. https://doi.org/10.29340/58.1934
-INEGI. (2020). Censo de Población y Vivienda 2020: Resultados definitivos. Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
-INEGI. (2023). Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADID) 2022-2023. Instituto Nacional de Estadística y Geografía – Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
-López Rasgado, M. I. (2006). “Los antiguos barrios de Colima: Siglos XVI-XIX.” En Secretaría de Cultura de Colima (Ed.), “Colima: Memoria histórica. Gobierno del Estado de Colima”.
-Romero de Solís, J. M., & López Rasgado, M. I. (2019). “Los orígenes de la población negra y mulata en Colima virreinal”. Instituto Nacional de Antropología e Historia.
– Velázquez Gutiérrez, M. E. (2006). “Mujeres de origen africano en la capital novohispana, siglos XVII y XVIII”. Instituto Nacional de Antropología e Historia.
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