El conflicto de Sudan actual: Crisis interna y repercusiones globales
Por Isabela Torres Rodríguez
Sudán ha vivido durante años bajo regímenes militares autoritarios con Omar al-Bashir como dictador hasta 2019 en donde su régimen se sostenía principalmente bajo el poder militar. Después de su caída, se intentó una transición hacia un gobierno civil, pero esta se detuvo por luchas internas entre las fuerzas militares y los grupos armados formados principalmente por civiles, especialmente las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Las raíces del conflicto también están ligadas a rivalidades históricas entre distintos grupos étnicos y militares, además de la influencia geopolítica de potencias extranjeras que buscan ampliar su control en la región.
A pesar de un acuerdo inicial para transferir el poder a un gobierno civil, las tensiones entre la SAF, liderada por el general Abdelfatah al-Burhan, y la milicia de las RSF, liderada por Mohamed Hamdan Dagalo (conocido como Hemeti), fueron en aumento.
El conflicto se detonó el 15 de abril de 2023, cuando iniciaron combates entre las Fuerzas Armadas de Sudán (FAS) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en Jartum y otras zonas del país, estos dos grupos rivales comenzaron a luchar por el control político y militar de sitios estratégicos, incluidos el palacio presidencial, el cuartel general militar y el aeropuerto internacional. Además de Jartum, otras zonas afectadas son la ciudad de Omdurmán (vecina a la capital), Darfur, Kordofán del Norte, el estado de Gezira, Nyala y Zalingei en la región de Darfur. En estos lugares, los combates incluyen ataques con artillería pesada y bombardeos como morteros chinos de gran calibre, Bombas GB50A entre otras. Además, declaraciones de Amnistía Internacional del 8 de mayo de este año, han dicho que:
“El año pasado, el informe de Amnistía Internacional titulado New Weapons Fuelling the Sudan Conflict documentó la transferencia a Sudán y sus alrededores de armas de fabricación reciente desde países como China, Rusia, Turquía y EAU, a menudo en flagrante incumplimiento del vigente embargo de armas impuesto sobre Darfur. Amnistía Internacional también reveló que en el campo de batalla en Sudán se estaban usando sistemas de armas de fabricación francesa” (Amnistía Internacional, 2025).
Sin olvidar que también reportan que “las RSF habían cometido actos generalizados de violencia sexual -como violaciones, violaciones en grupo y esclavitud sexual- contra mujeres y niñas que constituyen crímenes de guerra y posibles crímenes de lesa humanidad.”
El impacto de esta guerra en la población es bastante grande, se reporta que más de 15 millones de niños necesitan ayuda, y un tercio sufre desnutrición severa. Cerca de 3.8 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares y buscar refugio en países vecinos. La infraestructura hospitalaria y los servicios públicos están colapsados, y la imposibilidad de acceder a alimentos, agua potable y atención médica básica agudiza la escasez.
Aunque ha habido intentos de negociar el fin del conflicto, los enfrentamientos continúan sin señales claras de una solución cercana. En la primera mitad de 2025, tanto las Fuerzas Armadas como las RSF siguen controlando diferentes partes del país, con combates intensos en Jartum, Omdurmán, Darfur y Kordofán.
La comunidad internacional ha condenado el derramamiento de sangre y ha pedido un alto el fuego para permitir asistencia humanitaria. Pero la fragmentación social, las profundas rivalidades y la lucha por el control de los recursos dificultan cualquier acuerdo de paz duradero. Mientras tanto, los civiles sufren las consecuencias con un costo humano.
El conflicto en Sudán es una tragedia que no solo afecta al país, sino que también amenaza la estabilidad de toda la región y tiene repercusiones globales, desde crisis humanitarias hasta las tensiones geopolíticas que se generan. Mientras la violencia continúa, el desafío para la comunidad internacional es de actuar con responsabilidad para evitar que esta crisis se profundice, porque a pesar que consideremos que este es uno de los tantos conflictos actuales, no podemos hacer a un lado no conocer e ignorar lo que está pasando, porque el costo humano y regional aún puede crecer si no se logra encontrar una solución duradera.
Fuentes:
Amnistía Internacional. (2025, 8 mayo). “Sudán: Identificadas avanzadas armas chinas suministradas por EAU en vulneración de embargo de armas: nueva investigación”. https://www.amnesty.org/es/latest/news/2025/05/sudan-advanced-chinese-weaponry-provided-by-uae-identified-in-breach-of-arms-embargo-new-investigation/
Amnistía Internacional. (2025, 13 de julio). “Destrucción y violencia en Sudán”. https://www.amnesty.org/es/projects/sudan-conflict/
CEAR. (2024, 23 de septiembre). “Guerra en Sudán: Causas, Consecuencias y Actualidad”. https://www.cear.es/noticias/guerra-sudan/.
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