El empresario tecomense Óscar Ávalos Verdugo, expresó en una entrevista su preocupación por el incremento propuesto al impuesto sobre la nómina en Colima y señaló la necesidad urgente de transparencia, información periódica y mayor comunicación entre las autoridades y el sector empresarial sobre el destino de esos recursos.
Recordó que ese impuesto fue creado durante el Gobierno estatal de Gustavo Vázquez Montes y aplicado posteriormente por Silverio Cavazos, con el argumento de que las aportaciones se destinarían a apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas.
Sin embargo, afirmó que actualmente no existe claridad sobre cómo se maneja el fondo. “Se nos dijo desde aquella época de 2004 y 2005 que sería para apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas. No dudo que en algún momento así fue. Sin embargo, no ha habido ni hay un ejercicio de informar a quién, cómo y dónde están esos recursos que se recaudan”, señaló.
Aunque dijo confiar en un buen ejercicio gubernamental, destacó que los empresarios desconocen detalles básicos del manejo del recurso. “Estamos deseosos de saber a quién se le presta, cuánto se le presta y si hay retorno del crédito”, afirmó.
Ávalos explicó que la propuesta inicial del Gobierno del estado buscaba aumentar la tasa del 2% al 3%, aunque después se planteó un incremento menor, de entre 2.5% y 2.6%. Aun así, advirtió que incluso ese ajuste representa un impacto significativo para el sector, especialmente para las micro, pequeñas y familiares, que constituyen más del 90% de las empresas en la entidad. “Pasar del 2 al 3% pega directamente. Quien tenga 100 trabajadores, 50, 20 o 10, va a resentir un incremento del 20 o 25%. Habrá empresas que puedan absorberlo, pero la mayoría no”, señaló.
Añadió que el contexto económico actual no permite absorber incrementos de ese tipo, considerando factores como la inseguridad, los bloqueos carreteros, la toma de vías y la baja actividad económica en el estado. “La situación económica es muy complicada cada vez”, subrayó.
Asimismo, lamentó que tampoco sea visible el impacto del impuesto en el crecimiento de las empresas. “Si me preguntas qué tanto se recauda, no tengo ese dato ni mucho menos; tampoco sabemos la tasa de retorno de los préstamos que se están dando”, indicó. Aclaró que no supone un mal uso de los recursos, pero insistió en que “falta mucha información, mucha transparencia y mayor comunicación con el sector empresarial”.
Finalmente, señaló que cualquier incremento en este impuesto afecta no solo las finanzas de las empresas, sino también la economía local, estatal y nacional. “Pega en el ánimo, pega en el bolsillo y pega en la economía”, concluyó.

