El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechará el sorteo del Mundial 2026 que se celebrará este viernes (05) en Washington para proyectar su imagen y acercar posiciones con México y Canadá, socios con los que mantiene tensiones diplomáticas.
La presencia de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum —en su primera visita oficial al extranjero desde que asumió el cargo en 2024— y del primer ministro canadiense Mark Carney, añade relevancia al evento que coorganizan los 3 países. Ambos mandatarios sostendrán breves reuniones con Trump antes del sorteo en el Centro Kennedy, tras confirmar su asistencia en el último momento, un gesto que evidencia el delicado contexto entre los 3 gobiernos.
El retorno de Trump a la Casa Blanca ha tensado la relación trilateral, especialmente por la presión de Washington en temas migratorios, de seguridad y comercio. El mandatario incluso sugirió esta semana dejar expirar el T-MEC en 2026 y negociar un nuevo acuerdo, además de protagonizar encuentros incómodos, como cuando insinuó en mayo convertir a Canadá en el estado número 51.
En ese marco, el sorteo llega con índices de aprobación a la baja para Trump y nuevas controversias en su administración. A pesar de los tropiezos internos, el presidente ha buscado visibilidad en la arena internacional, incluyendo frecuentes reuniones con Gianni Infantino, quien entregará en el evento el recién creado Premio FIFA de la Paz, un galardón que podría recaer en el propio Trump según diversas especulaciones.
La expectativa por el premio coincide con decisiones polémicas del mandatario, como el despliegue militar para presionar la salida de Nicolás Maduro en Venezuela o los bombardeos a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, acciones que investiga el Congreso estadounidense.
Mientras Trump encabeza este impulso mediático en torno al futbol, organizaciones civiles externaron preocupación sobre la celebración del Mundial en un país con políticas más duras hacia migrantes y extranjeros, alimentadas por recientes declaraciones del presidente, quien calificó esta semana como “basura” a la población de Somalia.

