La esperada conversación “Mil jóvenes con Joan Serrat”, uno de los actos centrales de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2025, se convirtió en un episodio tenso cuando el cantautor catalán decidió interrumpir y abandonar momentáneamente el escenario debido a una multitud que a gritos pedía entrar al Auditorio “Juan Rulfo” de la Expo Guadalajara.
Apenas habían transcurrido 10 minutos de iniciada la charla cuando los reclamos a grito de quienes no alcanzaron lugar hicieron imposible continuar debido a que el autor catalán no escuchaba ni siquiera a su cercano moderador, el escritor Benito Taibo. El recinto, abierto a su máxima capacidad, fue la principal atracción de personas que desde temprano buscaban escuchar a quien encabeza la delegación de Barcelona, ciudad invitada de honor en la FIL.
Visiblemente incómodo, Serrat pidió la palabra y expresó su frustración: “Les agradezco mucho… pero es imposible tener un acto con el calado afectivo de éste con el alboroto que hay afuera. No es culpa mía. Buenas tardes”. Acto seguido se retiró entre la sorpresa y desconcierto de las y los presentes, incluido Benito Taibo.
En el exterior del “Juan Rulfo”, el ambiente era igualmente caótico. Grupos de asistentes reclamaban a gritos: “¡Déjennos entrar!”.
Tras la intervención del moderador Benito Taibo pidiendo silencio y del equipo organizador, que ordenó cerrar las puertas tras dejar pasar a personas, Serrat decidió regresar y lo hizo con otro ánimo, mucho más relajado y dispuesto a bromear. Para distender la situación, habló primero de futbol y confesó haber cambiado de equipo varias veces: dejó al Atlante para declararse ahora aficionado de los Pumas de la UNAM, como Taibo. El público estalló en aplausos cuando añadió que guarda especial cariño por los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, especialmente los de la década de los 70.
A partir de allí, el cantautor se adentró en temas profundos. Habló del Mediterráneo, al que describió como “el mar más contaminado y sobreexplotado”, al que le “colgó” el drama de la migración, criticando la falta de solidaridad europea con aquellos que cruzan sus aguas para ser explotados, si es que antes no mueren en la travesía.
La conversación avanzó hacia reflexiones sobre la creación artística, la adolescencia y el crecimiento de las derechas en el Mundo. Serrat advirtió que los discursos de esos sectores “buscan desprestigiar la democracia y prometer oportunidades que nadie sabe de dónde provendrán”.
Habló del amor, de la poesía, de sus libros; de su proceso creativo, de la necesidad de leer y de crear desde el corazón; de poetas y escritoras favoritas, como la polaca Olga Tokarczuk, ganadora en 2018 del Premio Nobel de Literatura. También se refirió a Cataluña, a la catalanidad, al Barcelona Futbol Club y a México como el país que, en los 70, huyendo de la dictadura de Francisco Franco en España, le confirmó y animó su vocación.
La sesión terminó con un intercambio de preguntas por parte de jóvenes, quienes le mostraron su admiración y le pidieron esclarecer las motivaciones que le han permitido crear canciones muy humanas a lo largo de las décadas.
La agenda de Serrat en Guadalajara continúa este viernes (5) cuando reciba el Doctorado Honoris Causa de la Universidad de Guadalajara.
Agencias