Lun. Dic 8th, 2025

COLUMNA: Pedagogía en voz alta

Por Redacción Dic8,2025

Un nuevo horizonte para el pedagogo: ¿por qué especializarte en gerontología?

Por Rodolfo Rangel Alcántar

Imaginemos por un momento que como profesores o pedagogos nos encontramos ante el descubrimiento de un nuevo y vasto territorio poblado por millones de seres humanos con historias, saberes y gran necesidad de seguir aprendiendo, pero que permanecen invisibles en el mapa educativo tradicional.

Este territorio, que no se encuentra en algún lugar remoto, se localiza entre nosotros, crece cada día y está conformado por las personas adultas mayores (PAM), quienes representan la frontera educativa más desafiante y prometedora de nuestro siglo para las y los pedagogos.

El reto de la formación de las PAM nos obliga a redefinir la trayectoria profesional y a darle un profundo y significativo cambio a la vocación del pedagogo con base en una pregunta sencilla: si tu pasión es la educación como proyecto de vida, ¿por qué deberías dirigir tu mirada profesional hacia la gerontología?

En México, la población está envejeciendo: en 2023 teníamos 18.9 millones de personas de 60 años y más, de los cuales 11.6 millones se encontraban en situación de rezago educativo.

Desde un punto de vista pedagógico, cada etapa del desarrollo humano requiere atender procesos cognitivos, motivaciones y contextos específicos, y las PAM no son la excepción. Sus particularidades fisiológicas y psicológicas requieren de una especialización que aporta precisamente la gerontagogía, disciplina que estudia el aprendizaje de las PAM y la aplicación de los métodos de enseñanza más efectivos para trabajar la docencia con este grupo etario.

El enfoque gerontagógico parte de reconocer la experiencia acumulada por las PAM para construir nuevos aprendizajes, haciendo de dicha experiencia un facilitador para la incorporación de información novedosa.

Esto permite que los procesos formativos mantengan la actividad mental a partir del ritmo particular de cada persona, fortaleciendo condiciones necesarias para el sostenimiento de la participación continua en el aprendizaje a lo largo de toda la vida.

Así mismo, desde esta disciplina se ve al aprendizaje como una construcción social en donde se promueve la colaboración, el diálogo y el debate como motores para la construcción colectiva del conocimiento, validándolo a través de la interacción con los pares, y combatiendo la discriminación por edad.

La educación tiene como finalidad emancipar y empoderar a las PAM. Es por ellas que una maestría en gerontagogía permite al pedagogo adquirir un nuevo marco de herramientas para trabajar como especialista educativo con rigor científico, empatía y efectividad.

La conexión entre la pedagogía y la gerontología no solamente da vida a un profesionista de perfil único, versátil y de alta demanda, sino también a un arquitecto de experiencias de aprendizaje cuyo rol no se limita a un aula tradicional, pues trasciende hacia los espacios donde una persona adulta mayor interactúa, aprende y crece, promoviendo un ambiente educativo adecuado para el último tercio de la vida de un ser humano.

México tiene un amplio campo de empleo para los gerontólogos educativos. Por ejemplo, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia opera centros de atención a PAM y casas de día que ofrecen un amplio abanico de actividades educativas, recreativas y de promoción del envejecimiento activo.

Asimismo, la Secretaría del Bienestar, a través del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, tiene una dirección de gerontología con una amplia red donde un educador gerontológico puede supervisar servicios, elaborar diagnósticos educativos, capacitar y enseñar tanto a PAM como a cuidadores y, en general, al personal de las instituciones públicas orientadas a mejorar la calidad de vida de este sector de la población.

Adicionalmente, las instituciones del sector salud del primero al tercer nivel requieren de gerontólogos participantes en educación para la salud, así como en programas de prevención y acompañamiento educativo a familias y a los cuidadores de los adultos mayores.

Finalmente, los centros gerontológicos, los clubes o casas de día para personas adultas mayores ofrecen un espacio idóneo para gerontólogos educativos como coordinadores del centro, promotores, talleristas y responsables de programas educativos.

Todos estos escenarios son una oportunidad para consolidar una profesión de alto impacto social, que tiene un futuro laboral garantizado debido a la transformación demográfica más importante de nuestro país. En este sentido, estamos frente a un campo profesional donde la labor del especialista en gerontagogía es estratégica para fortalecer la calidad de vida y la participación social de las PAM.

* “Pedagogía en voz alta” es una columna de la Facultad de Pedagogía. El autor de este artículo es profesor de tiempo completo.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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