El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confía en que el Congreso siga aprobando ayudas a Ucrania porque espera que la mayoría de los republicanos así lo hagan en consenso con los demócratas, independientemente de que lo que ocurra con el liderazgo de Kevin McCarthy en la Cámara de Representantes.
“Pase lo que pase en la Cámara de Representantes, todo el liderazgo de dicha Cámara apoya continuar ayudando a Ucrania, y la gran mayoría de los miembros republicanos están a favor”, dijo en una conferencia de prensa en la Casa Blanca el portavoz de Seguridad Nacional, John Kirby.
Añadió que quienes están en contra de mantener este apoyo son una “minoría pequeña y ruidosa” de representantes republicanos que “no representan a su partido ni su liderazgo”.
Además, Kirby aseguró que “ninguno de los líderes” internacionales con los que Biden ha hablado este martes mostraron su preocupación sobre la continuidad del apoyo a Ucrania por parte de Estados Unidos, porque “entienden lo que está ocurriendo en el Capitolio”, con una “minoría de extremistas republicanos” bloqueando la ayuda.
Dichos líderes, recalcó, “entienden que la mayor parte del liderazgo republicano, tanto en el Senado como en la Cámara Baja, apoyan a Ucrania”.
Kirby hizo estas declaraciones después de que Biden hablara con varios líderes internacionales y se comprometiera a mantener la ayuda a Ucrania, en esta jornada en la que está en vilo el mantenimiento de McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes, ya que se enfrenta a una moción para revocarlo presentada por el congresista ultraconservador Matt Gaetz.
En cualquier caso insistió en que la crisis en el Congreso “no fue un asunto” a tratar en las conversaciones de Biden con otros líderes, pero “la impresión que todos dieron al presidente es que entienden lo que está pasando”.
Biden volvió a asegurar su compromiso con Ucrania en estas llamadas que mantuvo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; el canciller alemán, Olaf Scholz; y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Habló también con el primer ministro japonés, Fumio Kishida, con el de Canadá, Justin Trudeau, y con el de Reino Unido, Rishi Sunak; con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; con el presidente polaco, Andrzej Duda, y con la ministra de Exteriores de Francia, Catherine Colonna.
John Kirby quiso dejar claro que “bajo ninguna circunstancia” se puede permitir que Estados Unidos interrumpa su ayuda a Ucrania. “El tiempo no es nuestro aliado”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, quien insistió en que el Congreso debe entender que no se puede parar ahora la ayuda en el campo de batalla.
Rechazó los datos de algunas encuestas que aseguran que la mayoría de los estadounidenses ha dejado de apoyar la continuidad de la ayuda, y se mostró convencido de que los ciudadanos saben “lo que está en juego, la soberanía de un país, su independencia”, y entienden también que esto va más allá de las fronteras ucranianas.
“Se trata de la seguridad de la mayoría del continente europeo”, dijo Kirby, quien añadió que ayudar a Ucrania “fortalece” también la seguridad nacional estadounidense, porque “contrarrestar” la capacidad de (Vladímir) Putin de invadir un país vecino “previene” también de un “conflicto mayor” en el que “podrían necesitarse tropas estadounidenses”.