En el Senado de la República se consumó el aumento y la imposición de aranceles a 1,463 productos provenientes de China y otros países, en su mayoría asiáticos, que no tienen tratados comerciales con México.
Según publica Reforma en su edición digital, las bancadas de Morena y Partido Verde emitieron su voto a favor de la incitativa, mientras la del PT, junto con PAN y PRI, votó en abstención. Movimiento Ciudadano (MC) votó en contra.
El grupo opositor advirtió que los aranceles repercutirán en una inevitable alza de precios en perjuicio de los consumidores, amén de que quedaría de manifiesto que México “tomaría partido” por EUA.
Los cambios comprenden 316 productos que se gravan por primera vez y se concentran en un conjunto de países que mantienen una participación significativa en el flujo comercial hacia México; entre ellos China, Corea del Sur, India, Vietnam, Tailandia, Brasil, Indonesia, Taiwán, Nicaragua, Emiratos Árabes Unidos y Sudáfrica.
Los aranceles impuestos van de 5 al 50% e impactan a 16 sectores, entre ellos autopartes, textil, plásticos, siderúrgico, hierro, acero, aluminio, vidrio y maquillaje.
La senadora Alejandra Barrales (MC) advirtió que la imposición arancelaria se encarecerá la cadena productiva, “porque nuestro país depende, en gran medida, de insumos que hoy no podemos sustituir. Y sobre todo me refiero a la industria automotriz.
“Otra consecuencia es que no se está haciendo ninguna diferencia en la aplicación de estos aranceles que se proponen con los diferentes sectores. Es decir, es un arancel que se propone generalizado, que va a afectar industrias donde México no tiene capacidad de sustitución. Y lo más importante: esta decisión impactará directamente el bolsillo de los mexicanos”, puntualizó.
Por el PAN, el senador Marko Cortés coincidió en que los precios pegarán “al consumidor final”.
“Compartimos el cuidar a la industria mexicana, cuidar la generación de empleo, por supuesto que sí, pero se debe buscar cuidar que no se eleve el precio a los consumidores: sí o sí esto va a generar un incremento de precio, una tasa inflacionaria, claro que los precios van a subir al consumidor final”, previno.
El exdirigente panista dijo que la bancada había decidido votar en abstención porque la presidenta Claudia Sheinbaum busca dejar toda la responsabilidad al Poder Legislativo.
“En materia arancelaria, la presidenta de la República (Sheinbaum) tiene todas las facultades de hacerlo. Entonces, como Poncio Pilatos, la presidenta quiere lavarse las manos y trasladarle al Poder Legislativo la responsabilidad.
“Y si la presidenta quiere trasladarnos la responsabilidad, entonces que al menos nos dé tiempo en el Senado de revisarlo, de analizarlo en las comisiones, porque estamos hablando de aranceles, del sector productivo, de empleos; pero también de que los precios van a incrementarse”, reprochó.
La senadora priista Cristina Ruiz, precisó Reforma, reconocería que hay sectores que requieren apoyo y que otros puedan tener sentido. “Pero tampoco podemos ignorar que esta medida llega a un momento donde la inversión cae, la confianza se debilita y la economía se estanca. Aprobarla sin atender las causas profundas sería construir sobre cimientos inestables y esperar que una política industrial incompleta dé resultados completos.
“Y por si fuera poco, en México tenemos un gravísimo problema de corrupción en las aduanas y con estos aranceles se va elevar la corrupción. Para que entren esos productos en lugar de pagar el 35% de aranceles, a algún funcionario corrupto de Morena le van a dar el 10 o el 15% para que entre el producto y eso hace mucho más inequitativo el proceso para el sector productivo”.
El senador Waldo Fernández, del Verde Ecologista, saludó la iniciativa y consideró que ésta combine 3 cualidades: prudencia técnica, visión de política y sensibilidad económica y social.
“Se protege empleo, se protege la industria y la visión de Estado que se protege a través del Plan México”.

