La presidenta Xiomara Castro, decretó este domingo un “toque de queda especial” en los municipios de Choloma y San Pedro Sula, norte del país, tras el asesinato el sábado por la noche de 11 personas en el interior de un billar.
“Se inician múltiples operativos, allanamientos, capturas y retenes durante las 24 horas, aplicando a partir de este día un toque de queda especial para Choloma”, desde las 21:00 hora local (03:00 GMT) a las 04:00 hora local (10:00 GMT), indicó Castro en un mensaje en la red social Twitter.
En San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, cercana a Choloma, el “toque de queda será a partir del 4 de julio”, durante “15 días prorrogables”, según dijo la mandataria.
En su primer mensaje Castro señaló: “He tomado medidas para darles seguridad ante el brutal y despiadado ataque terrorista a que están sometidos por los matones a sueldo entrenados y dirigidos por los cabecillas del narcotráfico que opera impunemente en el corredor de la droga, Valle de Sula”.
Señaló además que dentro del plan de seguridad “Solución Contra el Crimen” y el “Estado de Excepción”, parcial, en vigor desde diciembre de 2022, “se inicia la operación Candado Valle de Sula dirigida presencialmente por el ministro de Seguridad, general Gustavo Sánchez, acompañado por el coronel Julio A. Ruiz de la 105 Brigada y la PMOP” (Policía Militar de Orden Público).
La presidenta hondureña también ofreció una recompensa de unos 32,390 dólares para quienes faciliten las “capturas de asesinos en (las) masacres de Choloma y San Pedro Sula”.
“Las siguientes medidas serán anunciadas por el ministro de Seguridad. Pido su colaboración para desmontar el crimen que opera impunemente en Honduras”, subraya otro mensaje de Castro.
Entre las 11 víctimas de la masacre del sábado en un billar figuran una mujer y un hijo suyo.
Según versiones de la prensa local, en el billar, situado en el barrio Victoria, jurisdicción de Choloma, se celebraba un cumpleaños.
El pasado jueves, otras 3 personas, una mujer y 2 hombres, fueron asesinados en el barrio Río de Piedras, de San Pedro Sula.
La mujer fue identificada como Erika Bandy García, esposa del presunto narcotraficante hondureño Nery Orlando López, asesinado en una cárcel en 2019.
Uno de los hombres era el chofer de García y el otro su guardaespaldas, según informó la Policía Nacional.
La prensa local también ha informado de que solo en el departamento de Cortés el sábado murieron al menos 22 personas en distintos hechos violentos.
La masacre de 11 personas en San Pedro Sula se sumó a la del pasado martes, cuando 46 mujeres murieron en una riña, seguida de un incendio, en el Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas), cercano a Tegucigalpa.
De las 46 víctimas, 23 murieron por armas de fuego y blancas, mientras que el resto calcinadas en el incendio.
Según fuentes oficiales, la matanza fue producto de un enfrentamiento entre 2 bandas criminales.
Con información e imagen de EFE