La Justicia brasileña libró a Neymar, delantero del Al-Hilal saudí, de pagar una serie de multas que le fueron impuestas por la construcción de un lago artificial en una casa de playa que tiene en el litoral de Río de Janeiro.
La decisión fue tomada por el juez Richard Robert Fairclough, del Tribunal Único del Distrito de Mangaratiba y quien, tras un recurso del jugador, le concedió una cautelar suspendiendo las sanciones que calificó de desproporcionadas, según consta en el fallo, al que tuvo acceso hoy EFE.
Las multas para el ex del Barcelona y PSG sumaban 3.1 millones de dólares y le fueron impuestas en julio pasado por el lago artificial que construía en los amplios jardines de la residencia localizada en el municipio de Mangaratiba, en uno de los condominios de lujo que se levantan en este balneario del litoral de Río.
Según las autoridades ambientales, las obras presentaban una serie de irregularidades entre las que figuraban el desvío del curso de unos riachuelos, la captación de agua de un río sin autorización, excavaciones prohibidas, un movimiento irregular de rocas y tierra, y el uso de arena de la playa cercana a la casa.
Para el juez, las decisiones de las autoridades fueron “abusivas” y desproporcionadas y, por ello, ordenó la suspensión de las mismas en un plazo máximo de 72 horas, bajo pena de sanción financiera de 1,941 dólares para la Alcaldía de Mangaratiba.
“Los actos realizados por el imputado fueron, en un análisis superficial, abusivos desde su origen, toda vez que la dinámica en la aplicación de los avisos de infracción no puede ir más allá de lo dispuesto en la ley, además de violar, por tanto, principios constitucionales de legalidad, razonabilidad y proporcionalidad”, apuntó la sentencia.