El FC Barcelona tiene previsto ingresar 400 millones de euros menos esta temporada 2023-24, la primera de su exilio en el Estadio Lluís Companys a causa de las obras de remodelación del nuevo Spotify Camp Nou, la piedra angular de lo que será el Espai Barça.
Según la documentación que ha hecho llegar a los socios como motivo de la Asamblea General de Compromisarios que se celebrará el próximo 21 de octubre, el club catalán tiene previsto ingresar en este ejercicio 859 millones de euros, frente a los 1,259 millones que facturó la pasada campaña (un 32% de menos).
Esos 400 millones de diferencia son precisamente los que Sixth Street Partners pagó a la entidad azulgrana la pasada temporada por el 15% de los derechos televisivos de LaLiga del primer equipo de futbol durante los próximos 25 años. Este fondo estadounidense ya adquirió, en su día, otro 10% de los mismos derechos de televisión a cambio de 267.5 millones.
Además de esos 400 millones, el Barcelona también dejará de ingresar otros 78 millones de la explotación de su estadio por su traslado a Montjuïc. Aunque espera compensar esa cantidad ingresando 28 millones más por su participación en la Liga de Campeones, confía en llegar como mínimo a los Cuartos de Final tras 2 temporadas cayendo eliminado en la fase de grupos, y con otros 27 millones derivados del crecimiento previsto en el apartado de patrocinios.
A esos 56 millones presupuestados de ingresos extras hay que añadir otros 65 millones por algunas cesiones y los traspasos de Ousmane Dembélé, Nico González y Ez Abde en este mercado estival.
Para compensar la caída de ingresos derivada del menor tráfico recibido en la Barça Store del Camp Nou, al estar afectada por las obras, el club ha apostado por diversificar y ampliar el negocio de explotación de licencias.
Actualmente, el FC Barcelona ya gestiona una docena de establecimientos, los 2 últimos inaugurados recientemente en el Poble Espanyol y en el Centro Comercial Arenas de la plaza de España. Dos apuestas estratégicas para atender la demanda de los aficionados que se desplacen hasta la Montaña Olímpica los días de partido.
La entidad azulgrana tiene claro que esta temporada tendrá que vivir en una economía de guerra y, por eso, ha apostado decididamente por reducir los gastos en un 28%. Pasando de 1,163 millones de euros a los 831 millones presupuestados para el presente ejercicio (331 millones menos).
Esta cifra de gasto vendrá fundamentalmente de la reducción en 184 millones de euros de los salarios deportivos (un 27%) y de otros 146 millones derivados de varios conceptos, entre ellos la gestión ordinaria del club.