Un ensayo clínico probado en Barcelona ha comprobado la validez de una pionera terapia que es capaz de regenerar tendones mediante células madre mesenquimales cultivadas, convirtiéndose en una vía factible para tratar lesiones crónicas de rodilla, muy abundantes entre deportistas.
Según ha informado en un comunicado la organización que ha efectuado el ensayo, el Instituto de Terapia Regenerativa Tisular (ITRT), los resultados a 12 meses de la terapia muestran una regeneración de tendones en el 100% de los pacientes, con disminución del dolor y una reincorporación a la práctica deportiva en apenas 2 meses.
El ensayo clínico, controlado, aleatorizado y evaluado con doble ciego, se ha llevado a cabo en la sede de ITRT en el Centro Médico Teknon de Barcelona, y ha contado con la participación de 20 pacientes de entre 18 y 48 años afectados por una lesión crónica del tendón rotuliano.
Todas las personas de la muestra practicaban deporte de manera habitual y ninguna había respondido a los tratamientos conservadores habituales.
Para el ensayo, los pacientes se dividieron en 2 grupos con 10 participantes cada uno, y se les aplicó un tratamiento distinto a cada uno, para comprobar si el primer grupo, que recibió las nuevas técnicas desde el inicio, mostraba una mejor recuperación.
Los pacientes del primer grupo tuvieron una regeneración inmediata evidente del tendón, mientras que los del segundo solo consiguieron reducir las molestias de dolor, sin que el tendón evolucionara.
A los 6 meses, el segundo grupo empezó a recibir el tratamiento con células madre y, pasado medio año más, mostraron una regeneración de tendón del 100%.
Las lesiones de tendón, o tendinosis, son muy frecuentes entre la población en general, y las más temidas por los deportistas, pues suponen un 60% de las lesiones deportivas y se relacionan con una sobrecarga cíclica repetida, debido a la pérdida progresiva de la capacidad de respuesta del tendón.
La incidencia de las lesiones de tendón aumenta significativamente con la edad, el peso y el sexo, y afecta más a los hombres.
Hasta ahora, cuando el tendón era sometido a una carga cíclica de gran volumen de forma reiterada, iba desgastándose y reduciéndose la posibilidad de respuesta del mecanismo de reparación o regeneración, de manera que el paciente, en la mayoría de los casos, acababa siendo intervenido quirúrgicamente y debía afrontar una fase de rehabilitación larga y complicada.