El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo este viernes que la Franja de Gaza está sufriendo “una avalancha sin precedentes de sufrimiento humano” ante una ayuda humanitaria que entra a cuentagotas y sobre la que “cada cual debe asumir sus responsabilidades”.
“Es el momento de la verdad. La historia nos está juzgando a todos”, señaló en una declaración leída por su portavoz.
Explicó que el sistema de salud se enfrenta a un colapso absoluto “con consecuencias inimaginables para más de 2 millones de personas”, pues los bombardeos de Israel se intensifican y hacen más perentorias las necesidades.
Si antes de la guerra entraban 500 camiones al día, en los últimos días solo lo han hecho 12 de promedio, recordó, pese a que las necesidades allí son mucho mayores que antes, y pronto Naciones Unidas “no podrán seguir asistiendo a Gaza sin un giro fundamental a cómo ahora entra la ayuda”.
Guterres recordó además que las operaciones de entrada de ayuda no incluyen el combustible -por negativa de Israel- “cuando es esencial para suministrar energía a hospitales y plantas de desalinización de agua”.
El secretario general repitió su llamamiento a 3 acciones: “un alto el fuego humanitario inmediato, la liberación incondicional de todos los rehenes (en manos de Hamas) y la entrega de suministros vitales a la escala que se necesita”.
El político portugués se encuentra en el blanco de las críticas de Israel por haber dicho el pasado martes en el Consejo de Seguridad que los ataques terroristas del pasado 7 de octubre perpetrados por Hamas “no vienen de la nada” sino de “56 años de una ocupación asfixiante”, lo que para Israel equivalió a justificar el terrorismo.
Israel llegó a pedir su dimisión por esas declaraciones, aunque ningún otro país lo ha secundado, ni siquiera su más firme aliado, Estados Unidos.