Por Maestra Ruth Holtz
En estos tiempos en que la muerte ha estado muy cerca de muchos por la pandemia, los huracanes o la guerra, estar vivos es un verdadero privilegio. La vida siempre se podrá abrir paso mientras tanto, aún de los escombros. El chiste es mantener en alto el ánimo y hacer lo posible por superar nuestras pequeñas muertes, esas que se sienten así, pero no son para perder la vida, como cuando estás deprimido, sufres pérdidas, no tienes trabajo, te abandonan, estás atrapado de una adicción o simplemente las dificultades de la vida te ensombrecen tu día. No permitas que esas pequeñas muertes te maten (valga la redundancia).
Mantener la paz, la alegría y recordar con amor a los que estuvieron vivos, pero ahora están muertos es lo que la tradición del día de muertos nos lleva a celebrar. Pero no celebramos la muerte, al menos muchos de nosotros no, así que comerte una calaverita o poner tu altar para recordar a los que amaste y no están, es algo que da esa esperanza de que la vida es más que la muerte y que lo importante es no perder la alegría y la dicha de estar vivos.
Las pequeñas muertes, donde has sido herido, donde la vida te ha doblado, donde tu ánimo se ha amargado, intolerado o te sientes arrastrando vivencias intensas que no has podido todavía asimilar, tráelas a psicoterapia. Acá sabremos abrazar tu dolor hasta que se disipe, comprendas lo que te pasó, te perdones, perdones y estés listo para celebrar que estás vivo. En estos días en que reconoces que no hay nada mejor que aferrarte a tus valores, a tus tradiciones, a tu familia. Que dejar los resentimientos, desarraigar pensamientos de muerte, de depresión, de ansiedad, de furia y abrazar la esperanza, la compasión y la solidaridad es lo mejor con lo que puedes nutrirte.
Así que ríete, que eso afloja el diafragma y puedes respirar mejor, goza para liberar endorfinas, dopamina y oxitocina. Estas hormonas afectan nuestro estado de ánimo, nuestra salud y nuestra unión con otros. Se liberan cuando eres feliz, cuando gozas, cuando dejas el estrés atrás, que te acelera, te rigidiza y te pone de mal humor. La dicha es la mejor medicina.
En psicoterapia hacemos bioenergética, una técnica de terapia psicocorporal que nos ayuda a recobrar nuestra dicha interna, que nos libera de bloqueos bioenergéticos que hacemos para no sentir por eludir el dolor, la pérdida, la tristeza, la iracundia, todas estas pequeñas muertes. Formamos una armadura de tensiones musculares, para protegernos del dolor emocional, pero lo que pasa es que también nos anestesia para la alegría, el gozo, el placer. Hay gente que sabe trabajar, estar bajo presión, pero a la hora de disfrutar el fruto de su trabajo, no pueden, no saben divertirse o sólo toman alcohol y a eso le llaman diversión. Goza de tus relaciones, de pasar el rato con amigos, de vivir nuestras tradiciones, de la feria, pero también profundiza en tus relaciones íntimas, deja a un lado tu celular y mira a los ojos de tus seres queridos, conecta con ellos, disfruta de su presencia. No sea que sólo lo hagas cuando estén en el altar de muertos. Felices fiestas.
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