El presidente de la Asociación Paraguaya de Futbol (APF), Robert Harrison, se reunió con el ministro del Interior, Enrique Riera, el fiscal general, Emiliano Rolón, así como con representantes de la Policía Nacional y de clubes locales para acordar estrategias que prevengan la violencia en los estadios.
Harrison, acompañado por el presidente del Sportivo Luqueño, Daniel Rodríguez, y otros funcionarios de la APF se trasladó hasta los Ministerios del Interior y Público después de los desórdenes protagonizados por hinchas en las últimas fechas, que han dejado al menos 6 heridos y 3 vehículos destrozados.
“Expresamos nuestra preocupación con relación a la violencia en los estadios que tanto daño hacen al futbol”, declaró el dirigente deportivo tras su diálogo con Rolón, según declaraciones difundidas por la Fiscalía.
El titular de la APF destacó la predisposición del fiscal general a apoyar “en esta difícil tarea de erradicar la violencia en el futbol”.
El pasado 29 de octubre, cuando Olimpia y Cerro Porteño disputaron una nueva edición del clásico del futbol paraguayo, al menos 4 personas, entre ellas un policía, sufrieron heridas de bala en distintos enfrentamientos entre seguidores de ambos equipos.
Un día después, 2 policías resultaron heridos y 3 vehículos terminaron con graves destrozos en medio de los desórdenes protagonizados por aficionados en la localidad de Luque, donde Sportivo Luqueño y Sportivo Trinidense jugaron un partido por la decimoséptima fecha del Torneo Clausura.
El jefe de la Comisaría Tercera de Luque, Arnaldo Irala, explicó entonces a periodistas que uno de los choques se originó a raíz de la detención de un presunto integrante de la denominada “barra de Luque”, contra quien pesaba una orden de captura.
También el pasado 3 de noviembre seguidores de Cerro Porteño y Sportivo Luqueño se enfrentaron. A raíz de ese hecho, un juez penal de garantía ordenó la prisión preventiva de 26 personas acusadas de perturbación de la paz pública.