El Gobierno británico pretende introducir un regulador independiente para el futbol en 2024, siendo ésta una de las medidas fundamentales que surgieron tras el fracaso de la Superliga Europea en la primavera de 2021.
Esta iniciativa, que se incluyó dentro de la reforma del futbol inglés, encaminada a evitar Superligas y a dar más poder a los aficionados dentro de la estructura de los clubes, fue mencionada en el discurso del rey Carlos III, al inaugurar el Parlamento británico y el Gobierno de Rishi Sunak, primer ministro del Reino Unido, está comprometido a llevarla a cabo.
Este regulador tendrá poder para supervisar los ingresos de los clubes, investigar a sus dueños, proteger la herencia de los equipos y a sus aficionados e incluir una licencia con la que los clubes ingleses operarán y con la que se trata de evitar que se unan a proyectos externos a las competencias UEFA, como fue el caso de la Superliga, en la que tomaron parte como miembros fundadores 6 clubes ingleses: Manchester United, Manchester City, Liverpool, Tottenham Hotspur, Arsenal y Chelsea.
Entre los poderes que podría tener se incluye la posibilidad de que intervenga en la distribución de los derechos televisivos, que en estos momentos se venden por 5 mil millones de libras a nivel doméstico y por una cantidad similar a nivel internacional.
Tracey Crouch, exsecretaria general de deporte e impulsora de la reforma, aseguró que está encantada de que el primer ministro reconozca que los aficionados a lo largo de la pirámide del futbol inglés quieren la sostenibilidad financiera de la competencia a largo plazo.
“En el campo, el futbol inglés es admirado en todo el Mundo, pero es importante que estas medidas se pongan en marcha para asegurar que nuestro deporte nacional esté en forma en el futuro”.