La cuarta ronda migratoria entre Cuba y Estados Unidos cerró en La Habana sin avances significativos en el principal ámbito de cooperación bilateral y en medio del mayor éxodo cubano en décadas.
La cita, la cuarta desde que llegó a la presidencia de EUA Joe Biden, tenía como objetivo revisar la implementación de los acuerdos bilaterales en materia de migración y sirvió, al menos en el ámbito mediático, para reiterar las reivindicaciones de ambos países en este controvertido asunto.
El Gobierno cubano, que calificó el encuentro de “ejercicio útil” aunque reconoció que “queda mucho por hacer”, instó a Washington a cumplir los acuerdos “en su integralidad” y, en concreto, a deportar de vuelta a su país a todos los migrantes cubanos que llegan a EUA de forma irregular.
Según el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández De Cossío, EUA admite proporcionalmente a muchos más migrantes irregulares de Cuba que de otros países, lo que supone un “estímulo” para quienes quieren emigrar, además de un “incumplimiento” de los acuerdos bilaterales.
“Al aceptar a la mayoría de los que llegan, incumplen los acuerdos bilaterales”, aseguró De Cossío.
Lamentó que la Embajada de EUA en La Habana siga sin emitir visados de no migrantes -aparentemente por “razones logísticas”, explicó-, pero reconoció que este año, como en 2022, la legación diplomática sí que va a emitir las 20 mil visas para migrantes contempladas en los acuerdos.
EUA, por su parte, recalcó ante sus interlocutores los “obstáculos” que “dificultan” el cumplimiento de los acuerdos migratorios bilaterales. Eso indicó en un breve comunicado en el que no especificó cuáles son estos problemas.
La nota agrega que Washington subrayó en la cita su “compromiso constructivo” en materia de migración con el Gobierno de Cuba y el ánimo de llevar a cabo este diálogo en interés de EUA.
“Estas conversaciones también son coherentes con nuestro interés en fomentar la reunificación familiar y promover un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, destaca el comunicado. De Cossió afirmó que las conversaciones se ciñeron a temas migratorios.
A juicio de De Cossío, en Washington “no hay voluntad política” para cambiar la política migratoria con respecto a Cuba porque prima la “prioridad” de “desestabilizar” Cuba sobre la de frenar los flujos humanos y garantizar una migración segura, regular, ordenada y legal.
El viceministro afirmó además que Washington es en gran medida responsable de la fuerte migración cubana hacia Estados Unidos por la aplicación de múltiples sanciones que lastran la economía isleña.