La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una nueva prórroga presupuestaria con el objetivo de evitar un cierre administrativo por falta de fondos, conocido como shutdown, que ocurriría el viernes por la noche.
El proyecto presupuestario fue aprobado con 336 a favor y 95 en contra, logrando así la mayoría de 2 tercios que requería.
Pese a que fue impulsado por el liderazgo republicano en ese hemiciclo, recibió el apoyo casi unánime de los demócratas, pero solo de 127 de los 220 legisladores conservadores.
“Una vez más, la mayoría republicana necesita los votos de los demócratas para gobernar”, dijo la demócrata Rosa DeLauro durante el debate.
Con el visto bueno en la Cámara Baja, que era el mayor escollo, esta prórroga presupuestaria pasa ahora al Senado, controlado por los progresistas y donde tanto republicanos como demócratas han indicado ya su apoyo mayoritario.
El proyecto de prórroga presupuestaria fue presentado este mismo sábado por el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, con 2 fechas distintas de vencimiento -19 de enero y 2 de febrero- que deben permitir a los legisladores negociar con tiempo las cuentas de 2024.
Esta sería la segunda prórroga del presupuesto de 2023 tras la aprobada el 30 de septiembre y que le costó la destitución al entonces presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, impulsada por un grupo de sus propios legisladores.
Nadie en las filas republicanas se plantea ahora tumbar a Johnson por promover una medida muy parecida a la de McCarthy, pero el voto contrario a su propuesta de 93 legisladores demuestra que los conservadores siguen divididos.
“Será muy frustrante y realmente va en contra de todo por lo que hemos estado luchando”, afirmó ante la perspectiva de aprobar la prórroga el legislador Andrew Ogles, de la facción ultraconservadora Freedom Caucus.
Algunos republicanos están frustrados de que su mayoría en la Cámara Baja no está sirviendo para promover los recortes presupuestarios que anhelan.
Por su parte, los demócratas han preferido mantener el Gobierno en funcionamiento antes que explotar la división interna republicana, pero han lamentado que la prórroga aleja aún más la aprobación de nueva ayuda militar a Ucrania y a Israel.
“Cualquier prórroga debe tener el nivel de gasto del año 2023, estar libre de recortes dañinos y libre de cláusulas políticas de extrema derecha. La prórroga de hoy ante la Cámara cumple con ese criterio y la apoyaremos”, afirmaron en un comunicado los líderes demócratas.
En caso de shutdown cerca de 2 millones de personas dejarían de cobrar su sueldo -la mayoría recuperará el dinero de forma retroactiva- y aunque muchos de ellos dejarían de trabajar, otros muchos, como los militares o trabajadores de aeropuertos, estarían obligados a seguir cumpliendo.
La falta de fondos provocaría todo tipo de afectaciones y dolores de cabeza para la Administración, desde el cierre de museos y parques nacionales hasta la suspensión de inspecciones sanitarias de alimentos o la interrupción de programas de investigación científica.
El último shutdown ocurrió durante la Presidencia del republicano Donald Trump (2017-2021) y fue, con 35 días (del 22 de diciembre de 2018 al 29 de enero de 2019), el más largo de la historia.