La ONU está en contacto con el Gobierno de Mali para garantizar “una retirada ordenada” de la misión desplegada en el país desde hace 10 años, la Minusma, dijo este jueves en rueda de prensa el portavoz de la organización, Farhan Haq.
El mandato de la misión expira este viernes y no se renovará por explícito deseo del Gobierno de Mali, que ha pedido una retirada “inmediata” de la misión, que cuenta actualmente con más de 17 mil miembros y es una de las mayores del Mundo.
El Consejo de Seguridad se reúne mañana, para presumiblemente adoptar una resolución específica que defina cómo será la retirada de la Minusma y que, según los puntos filtrados por fuentes diplomáticas, establecerá un plazo de 6 meses para ello.
Preguntado el portavoz por si ese plazo es realista, Haq se limitó a reconocer que las circunstancias varían de un país a otro y que ha habido otros casos previos de retirada, pero insistió en que compete al Consejo definir sus límites, lo mismo que define la llegada de las misiones de paz en cada caso.
Fuentes diplomáticas occidentales se han mostrado muy escépticas sobre si se podrá completar la retirada en solo 6 meses, y piensan en un escenario realista más cercano a los 18 meses; si eso fuera así, es una incógnita saber cómo reaccionará el Gobierno maliense.
Haq especificó que la Minusma llegó a Mali tras una petición del Gobierno de ese país, y saldrá con una petición similar; aunque Haq no lo especificó, el Gobierno que pide su salida es una junta militar golpista que derrocó al Gobierno anterior de Ibrahim Boubacar Keita, que era el que había solicitado el despliegue de la Minusma.
La junta militar de Bamako llegó al poder con un discurso marcadamente antioccidental que se plasmó primero en la abrupta retirada de las fuerzas francesas y luego en la exigencia de salida de la Minusma; en paralelo, ha propiciado el despliegue en el país de la fuerza rusa de mercenarios Wagner, cuyas actividades en Mali se desarrollan con muy poca transparencia.