México priorizará la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) al destacar su compromiso en abordar la crisis climática a nivel internacional en la próxima Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP28) que comienza este jueves en Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos.
En diferentes reuniones previas a lo largo de este último mes, organizaciones y ambientalistas han expuesto que este encuentro para la acción climática destaca por la oportunidad que tiene México para proponer un plan con medidas inmediatas de mitigación de GEI.
“Necesitamos un compromiso firme para la eliminación gradual global de los combustibles fósiles y los subsidios a estos”, ha remarcado Javier Arribas Quintana, ministro consejero de la Unión Europea (UE) en México, en el evento “Rumbo a la COP28”, organizado por la Iniciativa Climática de México (ICM).
Por su parte, Isabel Studer Noguez, presidenta honoraria del consejo asesor de la ICM, ha afirmado que México tiene la oportunidad de utilizar esta coyuntura internacional para hacer un plan de transición ordenada, ampliar las energías renovables y reducir la producción de combustibles fósiles.
Una política energética favorecida
Mediante el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, el Gobierno de México afirma tener un avance significativo en el camino hacia la transición energética y el cuidado del medioambiente, con la promesa de adoptar una estrategia que lleve a una matriz energética sustentable, haciendo un uso equilibrado de todas sus fuentes de energía.
“La COP 28 será un espacio de diálogo en estructura del financiamiento donde es importante alcanzar un equilibrio entre los flujos financieros para la mitigación y la adaptación”, ha vaticinado Joel Hernández García, Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.
El informe del sector de la Secretaría de Energía (Sener) asegura que aunque en Europa, debido a la guerra entre Ucrania y Rusia, han subido el precio del petróleo o el gas debido a la gran demanda, México ha mantenido una estabilidad en el territorio.
En el contexto internacional, el Gobierno de México sostiene que está dentro de los países con menos emisiones de dióxido de carbono (CO2) en la generación de electricidad, que abastecen los participantes en el mercado eléctrico y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que reporta un 38 % de energía proveniente de fuentes limpias.
Puntos claves de México para tratar en la COP28
El plan de México en la COP28 se orientaría hacia el cumplimiento de los compromisos establecidos por la actual Administración de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) en la “Contribución determinada a nivel nacional 2022” con la mirada puesta hacia la consecución de un escenario de emisiones netas cero para el año 2060, además de una eliminación gradual del combustible fósil.
“No podemos concebir un futuro de emisiones netas cero que esté completamente liderado por el Gobierno porque los que lo implementamos somos la sociedad civil, sector privado o las comunidades locales”, ha subrayado Mónica Mata Ortega, jefa de proyectos sénior de “The Climate Group”.
Según Studer, el país tiene la oportunidad de utilizar esta coyuntura internacional para hacer un plan de transición ordenada, ampliar las energías renovables y reducir la producción de combustibles fósiles para que no sea perjudicial para los sectores de la sociedad.
“Como sociedad, lleguemos a la COP exigiendo que los gobiernos tomen las decisiones correctas para el bienestar de todos los mexicanos”, ha destacado.
Otro tema importante a tratar en la COP28 para México es la meta de temperatura de 1.5 grados que se estableció bajo el Acuerdo de París de 2015, donde los líderes mundiales se comprometieron a limitar el aumento promedio de la temperatura del planeta.
“Esta tal vez es la última oportunidad para adoptar compromisos internacionales para limitar la temperatura a 1.5 grados centígrados en respecto a niveles preindustriales”, ha advertido Hernández.
En México, según datos del ICM, las emisiones de metano alcanzaron las 176 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono (MTCO2e), representando el 24% del total de emisiones.
“El metano es una amenaza invisible que existe generando más C02 y provocando problemas respiratorios, afecciones cardiovasculares, trastornos neurológicos y psicológicos y anomalías genéticas y congénitas. No hay tiempo que perder en la lucha contra el cambio climático”, ha expresado Juan Méndez, jefe de Incidencia Pública de ‘Nuestro Futuro’.