El Villarreal confirmó la progresión experimentada desde la llegada al banquillo de Marcelino García con una sufrida victoria ante Panathinaikos (3-2) que le asegura, con 2 partidos aún por disputar, la clasificación para la segunda fase de la Liga Europa.
El equipo castellonense, que no fue capaz de controlar el partido por su inseguridad defensiva a pesar de ir ganando 3-0 en el inicio del segundo tiempo, se jugará la primera plaza del grupo en su visita al Rennes, siempre que supera la próxima semana en La Cerámica a un Maccabi Haifa desahuciado en un partido aplazado en su día.
El conjunto de Marcelino, conocedor de que estaba a una victoria de la clasificación, tuvo una excelente puesta en escena ante el Panathinaikos, también obligado a ganar para mantenerse con vida en la competencia.
El Villarreal se adueñó del balón y buscó desde el primer instante un gol que a punto estuvo de lograr Comesaña de cabeza.
El dominio del equipo castellonense fue abrumador, pero un remate de Rubén Pérez, atajado con reflejos por Reina, le llevó a una fase de dudas.
Panathinaikos se envalentonó y durante un cuarto de hora pareció inclinar el juego hacia el área del Villarreal, al que otra vez se le aparecieron viejos fantasmas defensivos y dudas para sacar el balón.
Morales se sacó el dominio griego de encima con un disparo lejano, pero el que descosió definitivamente el partido fue Ilias Amokach, quien tras una gran acción personal en la banda asistió al espacio a Baena para que el almeriense batiera en su salida la meta helena con un toque sutil.
El tanto lanzó al Villarreal, que no dejó levantarse de la lona a su rival. Apenas 5 minutos después, y por el otro costado, Morales desbordó a la defensa y cedió la pelota a la media luna del área para que Comesaña, tras un quiebro perfecto, la alojara en el ángulo con un gran disparo.
El Panathinaikos se derrumbó definitivamente y el Villarreal por momentos recuperó la memoria y el futbol que le ha caracterizado durante los últimos años.
Con Parejo a los mandos, el conjunto de Marcelino convirtió el campo en un gran rondo y se entregó al juego posicional y de toque para satisfacción de su afición.
Sólo Rubén Pérez se atrevió, de nuevo, a romper el monólogo con un intento de sorprender a Reina desde el medio campo que no prosperó.
El Panathinaikos arriesgó en el inicio del segundo tiempo, pero su atrevimiento saltó por los aires a los 2 minutos, cuando Baena penalizó un error defensivo para regalarle el balón a Morales y que el madrileño, a placer, prolongara su idilio con el gol.
El Villarreal, que se vio con una cómoda ventaja, se confió y le regaló el balón al conjunto griego, que nunca bajó los brazos a pesar de la distancia en el marcador.
Aitor Cantalapiedra amenazó con un gol anulado a instancias del VAR y poco después fue Palacios el que batió a Reina tras recoger el rechace del palo a un lanzamiento de penalti errado por Loannidis.
Acto seguido, Aitor Cantalapiedra tuvo la oportunidad de meter de lleno a su equipo en la pelea por los puntos con un remate a puerta vacía que envió fuera.
Marcelino entró en escena e intentó frenar la inercia del partido con los cambios, pero el Panathinaikos no aflojó y descontó de nuevo distancias por medio de Loannidis a 10 minutos del final.
El Villarreal, pese a los nervios defensivos, supo aguantar las embestidas griegas y tuvo varias oportunidades de ahorrarse el sufrimiento final, pero el portero Brignoli lo evitó con grandes paradas a disparos de Gerard Moreno, Alberto Moreno y Brereton.