No podía ser otro. Los focos estaban centrados en él inevitablemente. El destino parecía marcado. El portugués Joao Felix fue el jugador decisivo y reclamó el protagonismo casi exclusivo en la montaña mágica de Montjuic para dar la victoria a su actual equipo, el Barcelona, relanzarlo en la lucha por el título de LaLiga y frenar al “su” Atlético de Madrid, ante el que exhibió su mejor versión.
El internacional luso parecía tener marcado con mayúsculas este partido. Ante el equipo que le tiene cedido, ante Diego Pablo Simeone, mostró buena parte de las virtudes que le hicieron llegar al club rojiblanco por una importante cantidad de dinero pero que apenas pudo mostrar en el Metropolitano.
Suyo fue el único gol del encuentro, a los 28 minutos, al elevar con clase el balón ante el meta esloveno Jan Oblak. Fue la recompensa a su actuación y a la de un Barcelona que partió con mejor actitud que los hombres del Cholo Simeone. Los azulgranas estuvieron más activos en la presión y dinámicos en el manejo del balón.
El Barcelona fue superior en buena parte del trámite, principalmente en la primera mitad, dispuso de ocasiones para incrementar su ventaja, pero también el Atlético, que quiso rebelarse, tuvo sus oportunidades para arañar al menos un empate. Un par de paradas de Iñaki Peña y el larguero y la falta de pegada le condenaron a la tercera derrota del curso.
Con el 1-0 el Barcelona se instala en la tercera plaza, a 4 puntos del Real Madrid y el Girona y con 3 más que el Atlético, que tiene un partido menos.