Siempre, desde hace años y en el marco del reciente Día Internacional de las Personas con Discapacidad, nos encontramos frente a la oportunidad para reflexionar sobre la realidad que enfrentan quienes viven y conviven con diversas discapacidades.
En primer término, es necesario reiterar que la inclusión social y el acceso equitativo a oportunidades son fundamentales en cualquier sociedad democrática, con valores, que aspire a la igualdad. Lamentablemente, aún persisten barreras que impiden a muchas personas con discapacidad disfrutar plenamente de una vida digna. Es imperativo, entonces, intensificar las políticas públicas que aborden de manera integral las necesidades de ese sector de la población.
Desde la accesibilidad en el entorno urbano hasta la garantía de oportunidades educativas y laborales, es esencial que la sociedad y el Estado trabajen juntos para eliminar obstáculos y fomentar la inclusión.
De igual manera, es necesario mantener un flujo de inversión en infraestructuras accesibles, en el diseño de programas educativos inclusivos y en la sensibilización en la comunidad. Todo ello son pasos esenciales hacia una sociedad más justa e igualitaria.
En la Universidad de Colima estamos ciertos de que la diversidad enriquece a todos, y que es nuestro deber garantizar que cada individuo, independientemente de sus capacidades, pueda contribuir y participar plenamente en la vida diaria.
Como universitarios, como universitarias incluyentes, exhortamos a las autoridades, a la sociedad, a Colima, a redoblar esfuerzos para construir un futuro donde la inclusión no sea solo un objetivo, sino una realidad palpable. El compromiso con la igualdad es la base sobre la cual construimos una sociedad más justa y equitativa para todos.
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