Andamos mal: aceptar para mejorar
Por Blanca F. Góngora*
Se acaban de dar a conocer los resultados obtenidos en los exámenes PISA 2022 (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes) y querámoslo o no, indican que andamos mal en Matemáticas, en Ciencias y en Lectura. Y aunque no fuéramos parte de esa evaluación internacional que evalúa a los estudiantes de tercero de secundaria, nosotros como papás, incluso sin saber cómo evaluar, ni otras cuestiones técnicas del ámbito educativo, podemos corroborar que nuestros hijos además de no tener bien las bases de Matemáticas para la vida diaria, tampoco leen ni comprenden, como se supone tendrían que estar leyendo de acuerdo a su edad y grado escolar, lo cual es preocupante porque si no saben leer, si no comprenden lo que leen, si no hemos logrado inculcar el hábito de la lectura, esto seguirá repercutiendo en todas las asignaturas, en todos los grados, en la vida y en la sociedad.
Yo me cuestiono: si tanto los padres de familia, docentes e incluso la autoevaluación franca de los mismos estudiantes reconocen que andamos mal, por qué el presidente López Obrador minimiza estos resultados, se mofa de ellos y afirma “no los tomamos en cuenta”. Entonces si no los vamos a tomar en cuenta ¿Para qué gastar tanto dinero (69 millones de pesos) en la aplicación de los mismos en vez de destinarlos a las escuelas en situación de pobreza sin drenaje, ni servicios de agua, ni luz, ni internet? ¿Para qué participar? ¿Para qué someter a nuestros estudiantes a esa evaluación internacional? ¿Para qué perder esos días en la organización y aplicación de esos exámenes en vez de dedicarlos a leer o trabajar más Matemáticas o Ciencias?
Excusas pueden darse muchas, el presidente las da y la mayor es (como en todo lo que sale mal) que estos resultados son remanentes del periodo neoliberal. Y entre que la SEP se posiciona en el mismo sentido y se trata de desprestigiar este tipo de evaluaciones, perdemos tiempo que podríamos aprovechar en crear y aplicar estrategias de mejora.
De los resultados PISA podemos decir lo que más nos convenga hasta descargar nuestra frustración, pero ¿qué hubiera pasado si hubiéramos salido en la posición número uno y no como salimos en el lugar 35 de los 37 países participantes y miembros de la OCDE? Segura estoy que AMLO hubiera dicho que era gracias a la 4T y que eran resultados confiables, pero lamentablemente no fue así ya que PISA, los padres de familia y los que trabajamos en las escuelas tenemos otros datos y no son del todo alentadores.
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