Por Anas Baba
Hospitales, escuelas y otras instalaciones civiles sufren especialmente las consecuencias de la guerra en Gaza, incluso las de organismos internacionales.
El Ministerio de Sanidad de la Franja denunció este martes que las fuerzas israelíes tomaron el Hospital Kamal Adwan, en el norte de la Franja, después de haberlo “rodeado y bombardeado, aterrorizando a quienes estaban dentro”.
El director de ese hospital, situado en Beit Lahia, fue detenido, mientras que más de setenta miembros del personal sanitario fueron llevados “con destino desconocido”.
“Las fuerzas de ocupación -Israel- liberaron a 5 médicos, así como a personal sanitario femenino”, añadió, y “pidieron al personal restante que reuniera a todos los pacientes (…) en un edificio”, entre ellos 65 heridos y 12 niños, “y evacuara los demás”.
Uno de los médicos que estaba en el hospital, el doctor Hussam, relató a EFE que las fuerzas israelíes entraron y se llevaron a todos los hombres y al personal médico.
“Pedí hablar con el oficial, (…) les informé de que también trabajo para -la ONG- MedGlobal y les pedí que volviera el equipo médico”, manifestó.
“Me pidieron inspeccionar el edificio para asegurarse de que no había armas y no encontraron nada”, añadió, además de confiscar las armas al personal de seguridad.
Las bombas israelíes y los combates cuerpo a cuerpo con Hamás han provocado la muerte de más de 18,400 gazatíes en 67 días de guerra, que ha dejado además unos 50 mil heridos, según el último recuento de Sanidad.
El ministerio, controlado por el grupo islamista Hamás, denunció además el asedio del Hospital Al Awda Hospital, también en el norte del enclave palestino, sin permitir la llegada de heridos ni otros enfermos ni el suministro de agua, comida o electricidad
El Hospital de Al Shifa, en ciudad de Gaza, es “el único refugio” que queda para heridos y enfermos en el norte de la Franja, pues el resto quedaron fuera de servicio, alertó. Aunque ese hospital también fue blanco de un asedio de más de una por parte de tropas israelíes el mes pasado.
Los enfermos de cáncer “mueren en los refugios” al no poder atenderlos un hospital de la cooperación turca que los trataba, añadió.
Crímenes de guerra
El portavoz de Sanidad, Ashraf AlQudra, denunció que el objetivo de Israel es “eliminar los servicios de salud y forzar a los residentes a desplazarse”.
Al igual que en norte del enclave palestino, la situación de los hospitales en el sur es “catastrófica”, sin posibilidad de dar la mínima atención a los heridos, según Sanidad, que reiteró su llamado a organizaciones internacionales para que hagan llegar equipos médicos y combustible.
Igualmente, recordó que más de 300 miembros de su personal médico murieron durante la ofensiva israelí y al menos 38 fueron detenidos.
En esta situación, entre la población gazatí, de unos 2.3 millones de personas, aumentan las epidemias, enfermedades infecciosas y la malnutrición, por falta de agua potable e higiene, tanto en los refugios como entre los miles de desplazados -se estima que son cerca de 1.8 millones-, advirtió.
Hamás afirmó en un comunicado que el ataque al Hospital Kamal Adwan es un “intento desesperado” de Israel de forzar a los gazatíes para que dejen el norte de la Franja.
“El bombardeo y asedio de hospitales y la destrucción sistemática del sistema de salud en Gaza son crímenes contra la ley internacional”, agregó.
Este martes se hizo viral un vídeo que muestra la destrucción de una escuela de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, en Beit Hanun, en el norte de Gaza.
Las imágenes muestran como la escuela es dinamitada ante la mirada de un grupo de soldados israelíes, entre los que alguno parece celebrarlo.
Según UNRWA, más de un centenar de sus instalaciones en Gaza, Cisjordania y Jerusalén resultaron dañadas desde que el pasado 7 de septiembre se desencadenó la guerra entre Israel y Hamás, en ataques en los que murieron al menos 134 miembros de su personal.
Israel reitera que instalaciones como hospitales y escuelas son utilizadas por Hamás para esconderse y lanzar ataques.
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