Por Rogelio Guedea
“Colibecas: los 400 pesos bimestrales”
Yo suelo tomar la ruta 31 en el Jardín Torres Quintero para ir y regresar a casa cuando voy al centro de la ciudad. Gasto 16 pesos, 8 de ida y 8 de vuelta. Si fuera 5 días, gastaría 80 pesos, sólo de eso, aunque a veces, como camino mucho, me da sed y me compro una botellita de agua, con lo cual ya son mucho más de 80 pesos. Pero supongamos que me aguanto y no tomo agua y entonces el gasto mensual me sale en 320 pesos, o sea 640 bimestrales, de puro transporte. Si fuera niño de kínder o de primaria, tendría que acompañarme a la escuela mi mamá, mi papa o mi abuelita y esta cantidad tendría que duplicarse, o sea gastaría bimestralmente en puro transporte 1,280 pesos, sin tener derecho a una botellita de agua, mucho menos a una torta o sándwich, en el caso de que me diera hambre. Hace unos días, la gobernadora Indira Vizcaíno anunció una nueva vertiente de Colibecas llamado “Mi apoyo para estudiar”, mediante la cual se le darán a estudiantes de kínder y primaria de todo el estado la cantidad de 400 pesos bimestrales para que estudiar, según lo indicó la Ejecutiva Estatal, no significara ya un problema para nadie. Lo dijo de esta manera: “queremos que, si la permanencia en la educación y aprovechamiento de la misma se complica por temas económicas, que eso ya no suceda”. El gobierno invertirá en este programa 133 millones de pesos y beneficiará a 66 mil alumnos y alumnas de preescolar y primarias públicas, todos y todas estarán incluidos, salvo quienes reciben la Beca Benito Juárez. De más está decir que la intención de la gobernadora Indira Vizcaíno es buena y se agradece el interés por impulsar la educación, pero si tomamos en cuenta las necesidades apremiantes de la población en general y de la estudiantil en particular, está claro que esos 400 pesos bimestrales servirán solamente, en el caso de que los estudiantes lo utilicen para transporte, sólo para ir a la escuela pero no para regresar, puesto que para regresar necesitarían 640 bimestrales, eso sin contar ser acompañados por un adulto, como la mayoría lo va a necesitar. Yo no sé si antes de tomar la decisión de lanzar esta nueva vertiente de Colibecas se hizo un estudio o proyección de las necesidades reales de la población estudiantil y de los segmentos que más necesitarían, en todo caso, un apoyo como éste, ni tampoco sé (aunque ya he visto reacciones de ello en las redes sociales) qué piensa la sociedad o los padres de familia con hijos en edad escolar sobre este programa, pero está claro que podría resultarles más caro a los beneficiados el gasto que harán en tiempo e incluso dinero para hacerse del beneficio que el beneficio mismo. Sabemos que en ocasiones en la vida se gana perdiendo, pero también hay otras ocasiones, muchas, en las que se pierde ganando, por eso yo creo que es bueno antes de tomar una decisión valorar de manera detallada qué resultados obtendremos con ello.
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