El presidente boliviano, Luis Arce, y el exmandatario Evo Morales (2006-2019) coincidieron en Cuba, en donde sostuvieron encuentros por separado con altas autoridades y líderes de ese país, cuando el partido gobernante, el Movimiento al Socialismo (MAS), pasa por una creciente tensión interna.
Al final de su visita a Cuba, el jefe de Estado boliviano expresó en Twitter este lunes que cumplió una “intensa agenda” y que ambos países lograron avanzar en la integración en cuestiones de “seguridad con soberanía alimentaria, salud, educación, turismo, entre otros”, sin dar mayores detalles.
Además publicó un par de fotografías con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y el exmandatario cubano Raúl Castro, a quienes agradeció por “la hospitalidad y fuerza revolucionaria que siempre nos transmiten”.
El presidente boliviano apuntó antes de su viaje que el motivo del mismo era “reforzar la cooperación bilateral en beneficio de ambos pueblos”.
Por su parte, el exmandatario boliviano Evo Morales, en declaraciones a la emisora cocalera Kawsachun Coca, comunicó que también viajó a Cuba en respuesta a una invitación de las autoridades de ese país.
Morales contó que asistió a “varias reuniones”, una de ellas con Castro, en la que compartieron “reflexiones revolucionarias”.
“Después de escuchar las reflexiones del comandante Raúl Castro estoy convencido que Fidel (Castro) ha sido el hombre más solidario del Mundo”, manifestó Morales, quien no brindó más detalles sobre los encuentros que tuvo en Cuba.
Ante la presencia de Arce y Morales en la isla, algunas versiones periodísticas hablaron de una posible mediación del Gobierno de Cuba para conseguir un acercamiento entre ambos líderes bolivianos y que finalmente ese intento fracasó.
Sin embargo, fuentes cercanas a Arce y Morales consultadas por EFE señalaron que la intención de generar un encuentro entre ambos “es una especulación” y que no es la primera vez que ambos coinciden en actos fuera de Bolivia.
Una tensión creciente
Las diferencias entre el presidente boliviano y el jefe del MAS comenzaron a fines de 2021, cuando Morales y sus seguidores recomendaron que Arce haga cambios en su gabinete de ministros, algo que el mandatario no hizo.
A eso siguieron las sendas críticas y denuncias de supuesta corrupción y protección al narcotráfico del bloque “evista” contra la Administración de Arce, sumadas a las acusaciones de “traición” al MAS de parte del presidente y el vicepresidente del país, David Choquehuanca, algo que los “arcistas” han negado.
La pasada semana, la división interna del MAS tuvo un momento crítico cuando los parlamentarios “evistas”, en coincidencia con la oposición legislativa, aprobaron la censura al ministro de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, en una interpelación.
Sin embargo, 2 días después, Arce destituyó y ratificó nuevamente a Del Castillo amparándose en un artículo de la Constitución que le da la atribución de nombrar a sus colaboradores, mientras que sus críticos, Morales y los opositores, consideraron que el presidente violó la carta magna al no destituir definitivamente al ministro.
En su ratificación, Del Castillo dijo que Morales está “totalmente cambiado” y que “la revolución es más grande que una persona y sus apetitos electorales”, mientras que Morales le responsabilizó de “cualquier atentado” contra su vida.
El partido oficialista tiene previsto para octubre un congreso en el trópico de Cochabamba, bastión político y sindical de Morales, para escoger a la nueva directiva nacional, con la perspectiva de reelegir de nuevo al expresidente como su máximo líder.