En el marco del Día Mundial de la Libertad, es crucial reflexionar sobre el estado actual de ese preciado valor en un Mundo marcado por el autoritarismo, populismo y la corrosiva presencia de gobiernos afectados por la corrupción.
La libertad, fundamental para el progreso y el bienestar social, se ve amenazada en diversas latitudes, y es imperativo reconocer el papel central que las instituciones de educación superior desempeñan en su resguardo y fortalecimiento.
En la Universidad de Colima reafirmamos nuestro compromiso con la libertad como pilar esencial de la formación académica y ciudadana. Las instituciones educativas deben ser puntas decisivas en el conocimiento, tolerancia y diversidad de pensamiento, contrarrestando las tendencias que buscan menoscabar las libertades individuales y colectivas.
La libertad no solo se cultiva en las aulas, sino que se materializa a través de la promoción de la crítica constructiva, el respeto a la pluralidad de ideas y el fomento de la participación ciudadana informada. Nuestras universidades, como espacios de diálogo abierto, son baluartes contra la amenaza de un Mundo donde la intolerancia y arbitrariedad ganan terreno.
La educación superior tiene la responsabilidad de forjar ciudadanos conscientes de sus derechos y deberes, capaces de discernir entre la verdad y la manipulación. Es a través del conocimiento y la reflexión que se contrarrestan las fuerzas que buscan socavar los cimientos de la libertad. Pedimos a nuestra comunidad universitaria ser guardián activa de ese valor insustituible: la libertad.