El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), del canciller Olaf Scholz, llamó, en un congreso celebrado de cara a las elecciones europeas del 9 de junio, a luchar contra “los enemigos de Europa”.
El copresidente del partido Lars Klingbeil citó, entre otros, al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump; al presidente ruso Vladimir Putin, al líder ultraderechista alemán Björn Höcke y a la líder populista de izquierdas Sahra Wagenknecht.
“Los enemigos de la Unión Europea han lanzado un desafío, los Trump, los Putin, los Höcke y, desde ayer también lo sabemos, los Wagenknecht”, dijo Klingbeil aludiendo a la líder populista de izquierdas y de la agrupación que lleva su nombre, y que celebró el sábado su primer congreso.
En ese congreso Wagenknecht pidió, entre otras cosas, el fin de la ayuda militar de Alemania a Ucrania e invocó para ello la política del entendimiento con el bloque oriental de los cancilleres socialdemócratas Willy Brandt y Helmut Schmidt, lo que Klingbeil calificó de “falsificación de la historia”.
“Willy Brandt y Helmut Schmidt nunca hubieran dado la espalda a sus amigos europeos como lo pretende el partido de Wagenknecht”, dijo. Sin embargo, pese al ataque a Wagenknecht, Klingbeil subrayó que la campaña para las elecciones europeas será ante todo una lucha contra la extrema derecha, representada por Alternativa por Alemania (AfD).
El congreso eligió como cabeza de lista a la vicepresidenta del parlamento europeo y ex ministra de Justicia, Katherina Barley, que ha sido una dura crítica del presidente húngaro Viktor Orban.
Barley, en su discurso, arremetió también contra la AfD y contra lo que ella considera intentos de chantaje de contra el resto de los socios europeos, ante lo que se mostró partidaria de acabar con el principio de unanimidad.
Con respecto a AfD, recordó que se trata de un partido que quiere acabar con la UE, que ha planteado incluso una salida de Alemania de la organización y, en ese contexto, apeló a las consecuencias negativas del Brexit.
Scholz tuvo también su intervención en el congreso, donde pidió no cesar en la ayuda a Ucrania. En ese contexto, recordó que en el presupuesto de 2024 están contemplados 7.000 millones de euros de ayuda a Ucrania.
“Es mucho dinero, más de la mitad de lo que todos los europeos aportan actualmente”, dijo.