Por Antonio Broto
Un total de 15,511 gallegos fueron llamados a votar hasta este jueves ante el Consulado de España en Ginebra, la mayor cifra de toda Europa y la sexta del mundo, y aunque en las oficinas consulares hubo poco movimiento ante la urna, gracias sobre todo al voto por correo la participación parece haberse animado con respecto a los comicios de 2020, gracias al fin del voto rogado.
El miércoles, un día antes del cierre de urnas consulares y 2 antes de la fecha límite para la recepción del voto por correo, se habían recibido 64 votos por correo y 2 mil presenciales, equivalentes al 15% de los censados, según indicaron fuentes diplomáticas.
“Es una participación muy similar a la que tuvimos en las elecciones generales del 23 de julio (de 2023), que fue del 17%”, señaló el cónsul español en Ginebra, Alberto Navarro.
Los porcentajes pueden parecer bajos, pero suponen una notable mejora si se comparan con las exiguas participaciones que durante la época del voto rogado (2011-2022) hubo desde todos los consulados en el exterior en las elecciones gallegas de 2012 (3.3%), 2016 (2.4%) y 2020 (1.2%).
“Todos estamos satisfechos y contentos con que se haya puesto fin al voto rogado, pues lo único que hacía era obstaculizar, hacer más difícil ejercer el derecho al voto”, admitió el cónsul.
La recuperación no es total
Parece sin embargo que el efecto del voto rogado aún está teniendo cierto efecto, ya que al menos en Ginebra no parece que se vayan a alcanzar los porcentajes de participación de las elecciones anteriores a 2011, que en todo el exterior en su conjunto superaron el 20% y en ocasiones incluso el 30% en comicios gallegos.
En todo caso, Ginebra puede tener una importante influencia en los resultados electorales, siendo la comunidad gallega en la ciudad (y en los cercanos cantones de Vaud y Valais, también asociados al consulado) la mayor del Viejo Continente, superando incluso los 11 mil registrados en Londres o los 10 mil de Zúrich.
En toda Suiza, donde la migración gallega se disparó a partir de los años 60 del siglo pasado, un tercio de los españoles proceden de Galicia (41 mil de un total de 130 mil personas procedentes de España).
“En Ginebra los gallegos tienen una imagen muy positiva: la de personas de bien, trabajadoras, que se esfuerzan por sacar adelante a sus familias”, subraya el cónsul, recordando que desde el pasado año la ciudad a orillas del lago Lemán tiene un alcalde gallego: Alfonso Gómez, que de niño emigró con su familia desde Corme (A Coruña).
Al mismo tiempo, los gallegos en la zona “están satisfechos, muy contentos de vivir en Suiza, donde los inicios a veces son duros, pero al final la sensación es de que ha valido la pena y que Suiza les ha acogido muy positivamente”, subrayó Navarro.
Activos en difundir lo gallego
La fuerza de la comunidad gallega en Ginebra se traduce en la existencia actualmente de 3 asociaciones para el fomento de la cultura de esa comunidad autónoma en el país centroeuropeo, e incluso llegaron a ser hasta cinco en otros tiempos.
En América, otro destino tradicional, y mucho más antiguo, de la migración gallega, sólo 5 consulados superan al ginebrino en número de ciudadanos de Galicia censados: Buenos Aires (con más de 150 mil según cifras de 2020), La Habana (40 mil), Montevideo (36 mil), Caracas (29 mil) y Sao Paulo (19 mil).
“Hay que seguir divulgando que los españoles pueden venir a votar a los consulados, somos casi 3 millones los que residimos fuera y es fundamental que podamos ejercer ese derecho y decidir también lo que ocurre en España, incluyendo Galicia”, recordó el cónsul en Ginebra.
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