Novak Djokovic accedió a tercera ronda por encima del australiano Jordan Thompson a quien doblegó (6-3, 7-6 (4) y 7-5) en su segundo compromiso y engrasa la maquinaria para un octavo Wimbledon del que ya solo le separan 5 encuentros.
No parecía que el serbio fuera a tener que desenvainar la raqueta unos minutos después, cuando Iga Swiatek acabara su trabajo frente a Sara Sorribes. Estaba en actitud relajada, fuera de toda tensión y tranquilo. Muy tranquilo. Como es lógico cuando llevas más de 2 mil días sin perder en Wimbledon y cuando todos tus 40 últimos partidos en la pista central se cuentan por victorias.
Thompson, jugador competente en hierba y que fue un pequeño quebradero de cabeza con sus más de setenta subidas a la red, fue un buen test para el serbio, que después de un primer set cómodo continuó con su inercia positiva en los tie breaks y se llevó así el segundo parcial. Djokovic ha ganado los últimos 8 desempates que ha jugado, entre el Masters 1,000 de Roma, Roland Garros y Wimbledon. Su última derrota en un tie break data del torneo menor de Banja Luka, donde jugó a medio gas.
El australiano planteó una buena batalla, con sus 21 saques directos e incomodando mucho a Djokovic, que veía pocos resquicios para hacerle daño.
Tuvo el 7 veces campeón que llevar el partido a los márgenes para hacer temblar la raqueta del australiano, que finalmente desfalleció en un bote pronto que se quedó en la red y que entregó un nuevo triunfo a Djokovic, el hombre que todo lo gana en Wimbledon.
Con techo o sin él, sigue adelante en un torneo que aspira a ganar 8 veces y en el que ya ha dejado atrás las primeras 2 vallas. La siguiente llevará el nombre del argentino Tomás Martín Etcheverry o del suizo Stan Wawrinka. Un nuevo reto o el hombre que le quitó 2 Grand Slams. Se decidirá mañana, puesto que el partido fue cancelado por la lluvia.