El rejoneador sevillano Diego Ventura consideró que cerrar la Plaza de Toros México sería el “error más grande del mundo”, porque es una tradición de la fiesta brava.
“Todo torero sueña con 3 plazas en el mundo: La de Madrid, la de México y la de Sevilla, y creo que la de este país seguirá siendo única y muy importante en la fiesta de los toros”, dijo a EFE el matador que se siente feliz con la reapertura del coso taurino.
En entrevista al término del sorteo en la Plaza de Toros Mérida, el matador manifestó que en los últimos días se ha visto la Plaza México con esa belleza que la caracteriza gracias al público que abarrotó las entradas durante la reapertura.
“Para mí, que la hayan cerrado fue un momento doloroso, injusto, no se puede prohibir a las personas de esa manera que no vayan a la fiesta taurina, es algo tan radical”, precisó.
El pasado 6 de febrero la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México revocó la suspensión que prohibía a la Monumental Plaza de Toros México la programación de corridas de toros desde junio de 2022.
La Segunda Sala de la SCJN, máximo órgano judicial del país, dictaminó anular la suspensión otorgada por un juez de distrito al amparo presentado contra la popularmente llama Plaza México por parte de la asociación animalista Justicia Justa.
Diego Ventura, quien llegó con las estrellas de su cuadra Bronce, Sueño y Nibaldo, consideró que la fiesta brava es cultural en México y España, “el que la hayan reabierto significa mucho para mí como aficionado, y como taurino es maravilloso”.
El rejoneador, quien en marzo regresa a la temporada en España, reiteró que la Plaza México debe existir siempre, “muchas veces escuché que a lo mejor la tumban para hacer una más pequeña, pero sería el error más grande del mundo porque si algo tiene ese coso es su identidad, su importancia, pero sobre todo su personalidad”.
Agradeció al público por el apoyo que le ha brindado a lo largo de 41 años de trayectoria. “Disfruto venir a la Plaza de Toros Mérida porque cada vez tengo más amigos”, dijo el matador que inició su carrera hace 41 años.
“Empecé muy joven, en 1998, ya son 26 temporadas”, explicó y agradeció a Dios por permitirle cumplir su sueño desde pequeño: adentrase en el mundo de los toros y disfrutar el cariño del público.
