Los mexicanos que llegaron este viernes a Canadá han necesitado por primera vez desde 2016 un visado, una medida que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha adoptado ante el fuerte aumento de las peticiones de asilo procedentes de México y los malos resultados en las encuestas.
En 2023, el número de solicitudes de asilo presentadas por ciudadanos mexicanos fue de 23,995, una cifra récord que representó el 17% de todas las peticiones de refugio que el país recibió ese año. Además, el 60% de esas solicitudes o fueron rechazadas o los propios peticionarios las abandonaron.
El ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá, Marc Miller, explicó el jueves que el elevado número de peticiones “ilegítimas” por parte de mexicanos “pone presión en el apoyo social que esta gente recibe simplemente por estar en el territorio canadiense. Y tiene un efecto dominó en todo el sistema”, justificó Miller.
La anterior vez que Canadá exigió visados de entrada a los mexicanos fue en 2009. Entonces, el Gobierno conservador del primer ministro Stephen Harper también adujo el fuerte aumento de las peticiones de refugio de los ciudadanos del país latinoamericano para adoptar la medida.
Enfriamiento de las relaciones
La inesperada decisión de Harper provocó el enfriamiento de las relaciones entre los 2 países. En esta ocasión, Canadá advirtió con antelación a México que se preparaba para aplicar la medida y oficialmente el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se ha limitado a mandar un “pequeño reproche” a Trudeau.
Pero a falta de pocos meses para las elecciones presidenciales mexicanas, la decisión de Trudeau está destinada a provocar mayores tensiones de las que públicamente los dos países quieren reconocer.
Aunque el martes la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, visitó Ottawa, ni el Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá ni la embajada mexicana en Canadá anunciaron ningún encuentro con representantes del Gobierno canadiense.
Y aunque México filtró que la Cumbre de Líderes de América del Norte, que este año le corresponde organizar a Canadá, se celebraría en abril en la provincia de Quebec, el Gobierno canadiense no lo ha confirmado.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores canadiense declaró a EFE que “Canadá no ha confirmado una fecha o un lugar para la próxima cumbre”.
La respuesta del Gobierno canadiense llegó poco después de que López Obrador asegurara que no asistiría a la cumbre norteamericana si Canadá no daba “un trato respetuoso” a México en relación a los visados.
Los comentarios del presidente mexicano y la posición de Canadá hacen prever que la cumbre de líderes no se celebrará hasta después de las elecciones presidenciales de México, el 2 de junio, y antes de las presidenciales de Estados Unidos, el 20 de noviembre.
Trudeau da marcha atrás
Fue el propio Trudeau el que en 2016, poco después de derrotar a Harper en las urnas con un mensaje optimista de puertas abiertas a la migración y los refugiados, eliminó los visados a los mexicanos.
Ocho años después, la situación se ha revertido. Trudeau ha perdido el favor de muchos canadienses que consideran que los elevados niveles de migración aprobados por su Gobierno están provocando graves problemas de carestía de la vivienda y pérdida de la calidad en los servicios sociales.
En las últimas elecciones generales en 2021, los liberales recibieron el 32.6% de los votos y los conservadores el 33.7%. A pesar de ello, las particularidades del sistema electoral canadiense otorgaron a los liberales 160 escaños y a los conservadores 119 lo que ha permitido a Trudeau permanecer en el Gobierno.
Dos años después, las últimas encuestas colocan al opositor Partido Conservador con un 41% de intención de voto mientras que el Partido Liberal de Trudeau tiene el 24%.
La situación de los liberales es especialmente complicada en la provincia clave de Quebec, donde sólo un 28% se muestra dispuesto a votar al partido en el Gobierno.
Fue precisamente el jefe de Gobierno de Quebec, Francois Legault, quien el pasado 18 de enero apuntó directamente a la política de visados de Trudeau y México como la causa de los graves problemas que la provincia atraviesa con la llegada en 2023 de 60 mil solicitantes de asilo y quien pidió exigir visado a los mexicanos.
Muchos consideran que el interés de Trudeau y los liberales para mejorar sus fortunas electorales en Quebec, provincia que necesitan para mantenerse en el Gobierno, es una de las principales razones para exigir ahora el visado de entrada a los mexicanos.