Amnistía Internacional México (AI) y el Centro Cultural de España en México (CCEMx) presentaron la exposición fotográfica #ProtestarNoEsUnCrimen, que retrata la “guerra” por el agua y la defensa del medio ambiente en el país.
“La guerra sigue y los que defendemos la vida, el agua y la tierra somos nuevamente criminalizados”, advirtió el activista y comunicador de Santa María Zacatepec (Puebla), Alejandro Torres.
La exposición, que se podrá visitar hasta el 31 de marzo en el CCEMx, está integrada por imágenes tomadas por los mismos activistas y por investigadores de AI que muestran cómo defienden los recursos de sus pueblos, concretamente de Zacatepec, Chilón y Colonia Maya (Chiapas) y Sitilpech (Yucatán).
Según Torres, los “defensores de la vida” son los “enemigos número uno” del Estado mexicano que los combate con “campañas de contrainsurgencia”, la generación de conflictos entre los integrantes de los pueblos originarios o la “fabricación de delitos”.
“Hemos enfrentado cosas muy difíciles. La esencia de todo esto es meter miedo y división en nuestros pueblos, que la gente no se organice”, lamentó el activista.
Estas actuaciones provienen de los distintos niveles de gobierno y, como destacó Torres, también afectan a periodistas, a quienes “siguen asesinando”, y a personas defensoras de derechos humanos: “No podemos permitir que siga más esta guerra de exterminio silenciosa”.
En este sentido, donde Torres percibe “más criminalización a la lucha” es en los estados más ricos en recursos naturales, sobre todo en el sureste de México.
En su intervención, el también activista Miguel López aseguró que “las leyes y aparato de justicia” mexicanos “no benefician en nada a los pueblos”, pues permiten “la contaminación en ciertos porcentajes” del agua y alimentan la visión de este bien como “una mercancía”.
Estas acusaciones llegan, precisamente, cuando la Ciudad de México, una de las urbes más pobladas del planeta, se está quedando sin agua y el sistema hídrico Cutzmala, que suministra a la capital y a municipios del estado de México, está a menos del 40% de su capacidad.
“Tenemos bien claro que hay dos tipos de leyes: la de los pueblos y la del Estado. (…) Para nosotros, la ley es la autodeterminación que tenemos los pueblos originarios hacia cómo queremos nuestra vida, territorio, organización e impartición de justicia”, señaló.
Por otra parte, López denunció que “los mismos criminales” que asedian a los pueblos originarios ahora están en el gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
“¿Qué esperamos de los mismos? Nada. La construcción viene desde abajo, desde los pueblos”, sentenció.
La directora ejecutiva de AI México, Edith Olivares, explicó que las autoridades federales “se dedican semana sí y semana también a atacar” a los defensores de derechos humanos y activistas que critican proyectos gubernamentales, como el polémico Tren Maya.
Torres se mostró preocupado por las elecciones del 2 de junio, las más grandes de la historia de México, donde pronostica un “clima difícil” y animó a la ciudadanía a movilizarse.
“No podemos permitir que un grupo de personajes ambiciosos por el poder nos sigan aislando”, zanjó el activista.