El Banco Popular de China (BPC, banco central) anunció que mantendrá su tipo de interés de referencia en el 3.4% por octavo mes consecutivo, cumpliendo así con las expectativas de los analistas, que no esperaban cambio alguno.
En la actualización mensual que divulga en su página web, la institución indicó que la tasa referencial para créditos (LPR, en inglés) a un año se mantendrá en el citado nivel hasta, al menos, dentro de un mes.
Este indicador, establecido como referencia para los tipos de interés en 2019, sirve para fijar el precio de los nuevos créditos -generalmente, para empresas- y de los de interés variable que están pendientes de devolución.
Su cálculo se lleva a cabo a partir de las contribuciones a los precios de una serie de bancos -incluyendo pequeños prestamistas que tienden a tener mayores costos de financiación y mayor exposición a créditos morosos-, y tiene por objetivo rebajar los costos del endeudamiento y apoyar a la “economía real”.
La última rebaja de la LPR a un año data de agosto de 2023, cuando el BPC anunció un recorte de 10 puntos, pasando del 3.55% al actual 3.45%, una decisión más prudente de la que anticipaban entonces los analistas, que apuntaban a una bajada de 15 puntos básicos.
Los expertos consideran que el BPC apostó por la cautela ante la divergencia con otras potencias -donde la tendencia de los tipos ha sido al alza para contener la inflación– y la consiguiente presión sobre el tipo de cambio de la divisa nacional, el yuan, aunque las autoridades ya anticipan un posible cambio de rumbo entre los principales bancos centrales a lo largo de este año.
El banco central también indicó hoy que la LPR a 5 años o más -de referencia para préstamos hipotecarios- seguirá en el 3.95%, aunque en su caso la última rebaja data de hace un mes.
En febrero, la institución rebajó en 25 puntos básicos, desde el 4.2% al 3.95%, ese indicador: fue la mayor bajada desde que las autoridades chinas inaugurasen el sistema de LPR en 2019, y también superó las expectativas del mercado, que anticipaba una caída de 15 puntos básicos.
Según analistas, la decisión de llevar a cabo una bajada mayor a la esperada en la LPR a cinco años o más mostraría la preocupación de Pekín por un mercado inmobiliario sumido desde hace más de dos años en una crisis que parece no tocar fondo, así como su intención de seguir impulsando medidas para reavivarlo.