La presidenta de Baleares, Marga Prohens, y los representantes de las instituciones públicas y autoridades de la isla de Mallorca, rindieron un cálido homenaje al equipo mallorquín por “hacer historia” al pelear “hasta el último aliento” por conquistar la Copa del Rey de futbol de España ante el Athletic Club de Bilbao en el Estadio de La Cartuja de Sevilla.
El Mallorca cayó en la tanda de penaltis en la capital hispalense tras la prórroga con empate 1-1 en el marcador.
“Son los héroes de toda una generación”, remarcó Prohens dirigiéndose a los futbolistas, al cuerpo técnico encabezado por el mexicano Javier Aguirre, el presidente del club balear, Andy Kohlberg, y los directivos Alfonso Díaz y Pablo Ortells.
“Habrá más finales y más triunfos. En la Supercopa -de España- tendrán una nueva oportunidad. Ahora hay que prepararse para recibir el sábado al Real Madrid”, señaló la presidenta del Govern en un acto celebrado en el patio del Consolat de Mar en el que también estuvieron presentes unos 100 seguidores mallorquinistas.
Prohens y otras autoridades de la isla, entre ellos, Llorenç Galmés y Gabriel Le Senne, presidentes del Consell de Mallorca y del Parlamento balear, respectivamente; Alfonso Rodríguez, delegado del Gobierno en Baleares y Jaime Martínez, alcalde de Palma, intercambiaron obsequios con Kolhberg, Aguirre y Antonio Raillo, capitán mallorquinista.
“En Sevilla vivimos una noche mágica. Más de 20 mil mallorquinistas acompañaron al equipo, en la mayor movilización de la historia. Se luchó hasta el final y solo caímos en los penaltis”, enfatizó Prohens en medio de los aplausos de unos aficionados entregados a sus colores.
Kohlberg y Raíllo agradecieron las palabras de la presidenta de Baleares y también reconocieron que la marea rojiblanca que les apoyó en La Cartuja les hizo “sentirse como en casa”.
Los jugadores y técnicos del Mallorca llegaron en autobús a la sede del Ejecutivo balear en medio de una gran expectación. El más aplaudido fue Abdón Prats, ídolo de la afición, pero que no jugó ni un minuto en la Final.
Los seguidores, luciendo camisetas y bufandas de la entidad balear, corearon su nombre y también el del capitán Raillo, mientras que por los altavoces sonaba el himno del Mallorca.
Entre las banderas mallorquinistas que ondeaban al viento, destacó la de Uruguay, en homenaje al defensa Gío González.
“Gracias por hacernos soñar. Tras esta Final de la Copa del Rey somos más fuertes y estamos más unidos que nunca. Venimos del infierno (en 2017 el Mallorca descendió a Segunda B) y hemos tocado el cielo”, aseveró Marga Prohens.
Alfonso Díaz también agradeció a las instituciones públicas de Mallorca el reconocimiento recibido en la sede del Govern.
“Normalmente se homenajea a los campeones, pero creo que (al llegar a la Final de la Copa del Rey) hemos ganado mucho. Nos sentimos muy orgullosos”, señaló el consejero delegado de Negocio del club balear.