El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, instó hoy a la unidad y a la determinación contra la “amenaza” de Irán y en la guerra contra Hamas, en un discurso ofrecido ante los mandos del servicio de inteligencia exterior, el Mossad, y subrayó que el país se encuentra “bajo una amenaza existencial”.
“Las naciones colapsan principalmente desde dentro. No por presión externa, sino principalmente por división interna. La división interna debe desaparecer ahora porque estamos bajo una amenaza existencial y, bajo una amenaza existencial, las fuerzas se unen, no se dividen”, dijo Netanyahu, cuya popularidad en Israel está casi en sus niveles más bajos.
Además, el pasado día 3 de abril, el ministro israelí del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, pidió por primera vez desde el ataque de Hamas del 7 de octubre la celebración de comicios anticipados en septiembre, alegando la falta de confianza internacional y apoyo popular hacia el actual Gobierno de Netanyahu
El primer ministro pronunció estas palabras tras reunirse con el director del Mossad, David Barnea, y con el del jefe del servicio de inteligencia nacional (Shin Bet), Ronen Bar.
“También estamos comprometidos a derrotar al eje terrorista en Gaza, tanto para liberar a los rehenes como para repeler la amenaza general proveniente de Irán. Son tareas enormes que requieren 2 cosas: lo primero que se necesita es determinación y lo segundo es unidad”, dijo el primer ministro durante su encuentro con los mandos del Mossad, según un comunicado.
Israel ha insistido en su determinación de responder al ataque de Irán del pasado fin de semana con más de 300 drones y aviones, pero no ha detallado ni cuándo ni cómo será su respuesta.
El miércoles, tras reunirse en su oficina de Jerusalén con el ministro de Asuntos Exteriores británico, David Cameron, y su homóloga alemana, Annalena Baerbock, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quiso dejar claro que nadie le va a dictar cómo responder al ataque de Irán.
“Agradezco a nuestros amigos su apoyo en la defensa de Israel y todos sus consejos. Pero quiero ser claro: tomaremos nuestras decisiones nosotros mismos”, aseveró ayer el mandatario al inicio de una reunión con los miembros de su Gobierno.
En este sentido, la portavoz del Gobierno israelí volvió a insistir hoy en que Israel tomará sus propias decisiones, independientemente de las presiones externas, y se limitó a asegurar que “ahora depende del primer ministro y del Gabinete de Guerra la decisión de cuándo y cómo responder”.
Preocupados por las consecuencias de una eventual respuesta, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han llamado a la “máxima moderación”, tras el ataque iraní para evitar que se extiendan las tensiones a la región, e instaron a un alto el fuego inmediato en Gaza.
La portavoz del Gobierno israelí evitó hoy también responder con claridad cuando fue preguntada por un periodista sobre informaciones que apuntan a que Israel habría aceptado renunciar a un ataque militar contra Irán a cambio de obtener luz verde para lanzar una ofensiva contra Rafah, en el sur de Gaza y hogar de 1.4 millones de palestinos, en su mayoría desplazados, que viven hacinados.
Sin embargo, sí que insistió en que en el Ejército irrumpirá en Rafah para, según dijo, “acabar con los 4 batallones de Hamas que se mantienen (en Rafah)”.
Organizaciones humanitarias internacionales han advertido de una catástrofe aún mayor en caso de que el Ejército israelí ataque esta región meridional de Gaza.