El guardameta argentino Emiliano Dibu Martínez llevó, 42 años después, al Aston Villa del técnico español Unai Emery a unas nuevas semifinales europeas tras certificar la clasificación del conjunto inglés para la penúltima ronda de la Liga Conferencia al detener hasta 2 lanzamientos en la tanda de penaltis en que se resolvió la eliminatoria con el Lille.
Una rueda de penas máximas en la que el internacional albiceleste mostró sus 2 caras, por un lado la del magnífico cancerbero que se crece como pocos ante los lanzamientos de once metros y por otra la del provocador que saca de sus casillas a sus rivales con sus gestos.
De hecho, por momentos pareció que sería expulsado tras ver durante la tanda de penaltis su segunda cartulina amarilla, tras ser amonestado en la primera mitad por pérdida de tiempo.
Pero el reglamento establece que las cartulinas amarillas mostradas durante el tiempo reglamentario y la prórroga no se tendrán en cuenta en la tanda de penaltis, ya que se considera que ésta no forma parte del encuentro.
Una circunstancia que permitió al Dibu Martínez no sólo seguir bajo los palos, sino convertirse en héroe del Aston Villa tras detener los lanzamientos del argelino Nabil Bentaleb y Benjamin André y la victoria (3-4) a los villanos tras un partido que concluyó con 2-1 a favor el equipo francés tras la prórroga.
Tiempo extra que el Aston Villa forzó con un gol de polaco Matty Cash a los 87 minutos que amargó la fiesta a un Lille que ya se veía en las semifinales tras dar la vuelta al 2-1 de la Ida con los goles (2-0) de Yusuf Yazici y Benjamin André.
Una prórroga en la que el portero local evitó el triunfo inglés con una espectacular doble intervención a remates de Leon Bailey y Douglas Luiz, pero llegada la hora de la verdad, la tanda de penaltis sólo hubo un héroe: el Dibu Martínez.
El argentino llevó con sus paradas al Villa a unas semifinales europeas que no disputaba desde 1982, cuando se coronó campeón de Europa. 42 años de sequía a los que puso fin este jueves el Dibu Martínez.
