Por Verónica Dalto
El presidente argentino, Javier Milei, tiene “el mismo” modelo utópico “que tenía Borges en la cabeza”, explica Marcelo Duclos, uno de sus biógrafos y coautor del libro La revolución que no vieron venir, que se presentó este miércoles en la Feria del Libro de Buenos Aires.
“Tenemos un intelectual y tenemos un modelo, que ese modelo es el mismo que tenía (el escritor Jorge Luis) Borges en la cabeza, pero Milei es un loquito y Borges es un elevado intelectual”, compara el escritor para mostrar “la doble vara” que se aplica al presidente.
La publicación describe su personalidad impulsiva, la batalla cultural “permanente” y sus limitaciones: las corporaciones, la “casta” y ser el primer mandatario anarcocapitalista del mundo, pero que juró por la Constitución.
Duclos, quien escribió el libro con Nicolás Márquez, aclara que “la hoja de ruta del Gobierno (de Milei) es el esquema liberal clásico” de la Constitución argentina, y la separó del modelo filosófico del anarcocapitalismo o la “utopía de Milei”.
“¿Cómo va a eliminar el Estado si es el jefe del Estado?”, se pregunta Duclos.
Impulsivo
El libro, que recorre sus 53 años y su corta vida política, incluye una entrevista de Márquez a Milei y una explicación de su ideario por parte de Duclos, y tiene una alta demanda internacional -publicado en 20 países y en 4 idiomas-, debido al interés por el libertario.
Ambos autores conocen al presidente desde hace más de 10 años. “Lo noto con una paz y una tranquilidad que nunca le había escuchado”, cuenta Duclos, quien señala el contraste con la “frontalidad verbal y gestual intensa y antidiplomática” que describe el libro o que Milei vierte en sus redes sociales.
“No es un político tradicional, hay un ser humano y un ser humano muy, muy impulsivo”, reconoce Duclos, que se “ha sorprendido gratamente” por el “Milei polític”», que ha logrado sacar adelante su ley clave en Diputados.
El libro describe a un Milei austero, recuerda que fue maltratado en su infancia -por eso en momentos de “máxima presión, jamás” se pone “nervioso” y dice que “todo es aprendizaje”-, y que ejerce su espiritualidad mediante el judaísmo: “Dios me eligió a mí”.
El libro dice que es “ridículo” o “frívolo” criticar las formas de Milei.
Batalla cultural
Se le endilga a Milei desmerecer la cultura por eliminar o recortar la financiación de organismos estatales dedicados a su promoción, pero el libro dice que “cultura es poder” y el presidente afirma que “la batalla cultural es permanente, día por día”.
Se refiere a la batalla que abandonó el liberalismo, tras la caída del Muro de Berlín, y que emprendió Milei con carisma, no sólo en el plano económico, sino también contra la agenda feminista y ecologista.
Duclos la distingue de la financiación pública a pesar de que Milei es el jefe de Estado: “Yo le exijo a Milei que dé la batalla cultural desde su lugar. En lo personal podemos discutir unos modos y otras cosas, pero lo está haciendo como individuo. Es el jefe del Estado, pero no está utilizando la estructura gubernamental y no está utilizando un peso de los contribuyentes para hacer valer esta posición”.
Casta
El mensaje de Milei contra la “casta que vive a costa del resto” pegó mucho en la sociedad argentina. Por eso sorprende la postulación de un polémico juez para el Supremo -Ariel Lijo- y su postura negociadora en el Congreso.
“Mientras el Gobierno avance en la dirección que está planteada, yo comprendo que tiene que hacer muchísimas negociaciones y no solamente las tolero, se las exijo”, dadas “las restricciones que tienen (en el Congreso)”, concede Duclos.
El libro asegura que un eventual “fracaso” de Milei se deberá a las corporaciones -sindicales, empresariales, políticas-.
“Argentina tiene destino de potencia”, apuesta el autor, si el partido de Milei gana las elecciones legislativas de 2025, y “la única explicación” para un eventual fracaso será “el boicot de todas estas corporaciones que están cada vez más nerviosas por perder los privilegios”.
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