El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, presentó este viernes una serie de medidas con las que pretende “erradicar” el racismo del mundo del futbol, durante el Congreso de la FIFA celebrado en Bangkok.
“El racismo es terrible. Una lacra en nuestra sociedad que se ha infiltrado en el futbol y con la que durante mucho tiempo hemos sido incapaces de lidiar (…) Hay que ponerle freno ya y de una vez por todas”, remarcó Infantino.
El órgano rector del futbol mundial presentó un plan que “implantará desde hoy” basado en 5 pilares: Reglas y sanciones, acciones en el campo, causas penales, educación y la voz de los jugadores.
Estos pilares fueron presentados uno a uno por jugadores retirados, como el togolés Emmanuel Adebayor y el colombiano Iván Córdoba, entre otros.
“Muchas leyendas del futbol han pasado por esto, yo también. Les garantizo que vamos a terminar con el racismo de una vez”, declaró en su turno el exdelantero del Real Madrid o Manchester City, entre otros clubes.
Entre las medidas destaca la “inclusión obligatoria” de los actos racistas como una ofensa diferenciada de otras vulneraciones dentro de cada uno de los códigos de disciplina de las 211 federaciones que componen la FIFA y que estos conlleven sanciones “severas”.
Además, se incluye un gesto normativo universal, las manos cruzadas a la altura de las muñecas, que podrán usar los futbolistas que están siendo víctimas de incidentes racistas y que podrá acarrear “la pausa, suspensión o fin del partido”.
La FIFA también creará un panel conformado por un grupo de jugadores retirados con el objetivo de aconsejar y supervisar la ejecución de las medidas propuestas.
Más ambiciosa, sin embargo, es la política que pretende que el racismo sea reconocido como un delito penal en todos los países del mundo.
Infantino remarcó en la capital tailandesa que desde hace meses conversa con diferentes futbolistas con el fin de terminar con el racismo, y donde los deportistas contribuyeron con sus “historias y experiencias” en encontrar la mejor solución contra este problema.
“No podemos aceptar lo que está sucediendo en los estadios. Queremos que los racistas se vayan de nuestra comunidad”, sentenció con tono serio el presidente de la FIFA, al remarcar que es un problema en “todos los países”.