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COLUMNA: Cotidianas

Por Redacción Jun26,2024 #Opinión

De viejos

Por Jorge Vega

Igual que ocurre cuando dejamos de ser niños para volvernos adolescentes, que a veces nos comportamos como niños y luego como pequeños adultos, también pasa cuando estamos llegando a la vejez. ¿En qué día exacto, en qué minuto dejamos de ser adultos responsables para volvernos ancianos invisibles?

Pensé en esto al ver en pantalla al periodista Jorge Fernández Menéndez, argentino naturalizado mexicano. Vestía camiseta sin cuello y encima un saco, todo en color negro, como solían vestirse los chicos rebeldes de los 80’s. Menéndez nació apenas en 1955, pero de pronto lo vi más viejo, en su afán de parecer joven.

¿Cuándo comienza una prenda a ser anticuada, aunque sea nueva? Supongo que ahora todos los jóvenes tienen una opinión bastante definitiva sobre el tema, ya que para muchos de ellos y ellas la ropa es una forma de mostrar su identidad o la pertenencia a un grupo.

Muchos jóvenes, ahora, son su ropa. Su ser, su espíritu, ha pasado a los trapos, en una especie de transferencia psicológico-espiritual. A la manera de Agilulfo en la novela El Caballero inexistente, de Italo Calvino, sólo existen por la cohesión que les brinda el espíritu de la época.

Hay adultos que se quedan en una época determinada, cuando eran jóvenes, cuando eran felices. Y así continúan, hasta que se van cayendo a pedazos mientras se internan en el corazón de la vejez.

En la vejez, sobre todo la vejez avanzada, uno pierde su valor comercial, como dice Esther Vilar en ese libro todavía vivo y clarificador: El varón domado. Tal vez por eso los viejos quieren parecer jóvenes y los jóvenes siguen aferrados a la infancia.

Pero igual envejecemos, igual morimos, sin dignidad, sin orgullo, sin nada de lo que en un tiempo consideramos valioso.

Al ver a Menéndez pensé en la vejez y sentí ternura por la rebeldía de aquellos jóvenes. Queríamos rebelarnos contra El Sistema. Alguien nos dijo: “tienen que entrar al Sistema para cambiarlo desde adentro”. Pero ya hemos avanzado mucho y aún no logramos modificarlo ni un ápice.

No sabíamos, como lo advirtió Sartre, que el sistema, que el infierno son los otros. Las otras. Que uno es el sistema para los demás, en este juego de espejos que suele atraparnos como en aquellos viejos juegos de la feria.

Pero estos temas no dan likes. Son de viejos, y en los tiempos actuales, de ansiedad, de gratificaciones inmediatas, de depresiones que florecen bajo las sonrisas perfectas y con filtro de las redes sociales, no hay espacio para algo que no sea morboso, divertido, escabroso o estúpido.

El mismo Jorge Fernández estaba hablando en su noticiero de los Chapitos y sus guerras, esas guerras que ahora se cantan en TikTok, de niños presumiendo sus rifles, sus pistolas, sus camionetas y la droga que cultivan o que venden.

Las opiniones expresadas en este texto periodístico de opinión, son responsabilidad exclusiva del autor y no son atribuibles a El Comentario.

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