Sergio Pérez (Red Bull), subcampeón del Mundo el año pasado y quinto en el Mundial de Fórmula 1 declaró, con miras al Gran Premio de Austria, el undécimo del curso, que se disputará este próximo fin de semana en el Red Bull Ring de Spielberg, que para él, el pasado fin de semana, en Montmeló, donde no pasó del octavo puesto, “fue difícil, pero” que aprendieron “de él”; y que espera que en el circuito propiedad de su escudería, las cosas vayan “mejor”.
“Mi fin de semana en España fue difícil, pero fue un fin de semana del que aprendimos. Tuve problemas con el equilibrio del auto durante todo el fin de semana. No logramos tener un reglaje consistente ni situarlo en una ventana para la calificación o para completar la carrera que queríamos; y la penalización (de 3 puestos) en parrilla también nos perjudicó”, comentó Checo, nacido hace 34 años en Guadalajara y que es quinto en el Mundial, con 111 puntos, 108 menos que el líder, su compañero el neerlandés Max Verstappen, ganador el domingo en el Circuit de Barcelona-Catalunya.
“Este fin de semana, en Austria, tenemos todo controlado para tener un fin de semana más limpio. El equipo y yo sabemos en qué áreas tenemos que mejorar; y lo vamos a hacer”, apuntó el piloto tapatío, con 6 victorias y 39 podios en la F1.
“Luego será mi tarea la de sacar lo máximo del coche, porque tendremos rodaje limitado, al ser un fin de semana con formato sprint, por lo que tengo que lograr lo máximo posible en el primer (y único) entrenamiento libre y atacar la calificación y el sprint desde el principio”, indicó.
“Queremos y necesitamos un fin de semana completo. Austria siempre es una gran carrera. Es la casa de Red Bull y eso siempre convierte el ambiente en brillante. Así que ya tengo ganas de que empiece”, manifestó Checo con miras al Gran Premio de Austria del próximo fin de semana.